Mi “Pecas”

“Buenos días mi noche llena de estrellas, mi niña hermosa, mi Pecas, mi corazón, espero que tengas un hermoso día...

Empezaré por cambiar nuestro nombre, ella se llama Ana y yo me llamo Leo.

Se bien que no tengo la mejor de las reputaciones, incluso la gente suele alejarse de mí y así fue con ella. La conocí en la preparatoria, ella entraba a primer semestre y yo a quinto. La vi y si, sé que no es exactamente la mujer más hermosa de todas, tiene sus detalles, pero me llamó la atención. Intente acercarme y me rechazó.

Los años pasaron, las novias también. Volví a la preparatoria buscando a alguien más, pero la encontré a ella y aun despertó mi interés, volví a acercarme y volvió a rechazarme.
Ahora estábamos en la universidad, de nuevo, ella entraba al primer semestre de la carrera y yo al quinto. No quería acercarme a ella por ningún motivo y un día al pasar junto a ella la salude por accidente, me devolvió el saludo. Empecé a acercarme a ella, a jugar, hacerle cosquillas, fue divertido.

Poco a poco nos acercamos. Una mañana vimos una luna grande como pocas mientras nos abrazábamos, me dijo que si le pedía que fuéramos novios lo hiciera de la forma más romántica que pudiera. Me partí la cabeza pensando en un acto lo suficientemente romántico, no lo encontré, así que opte por 10.

Un día antes no entramos a las primeras clases del día, la pasamos sentados, abrazados, tapados con una cobija suya, platicando. A ella le asustan los insectos, se acercó uno y aun cuando se había alejado ya seguía alterada, así que le plante un beso para calmarla, me correspondió. Una de las mejores mañanas que puedo recordar.

Al día siguiente la desperté con un mensaje en su celular “Buenos días mi noche llena de estrellas, mi niña hermosa, mi Pecas, mi corazón, espero que tengas un hermoso día lleno de alegrías. Te quiero muchísimo mi niña hermosa.”, al llegar a su salo otro en el pizarrón “La vida es una aventura, el amor la más grande y hermosa, me gustaría que tu fueras la mía”. Después de esto pensaba besarla por primera vez, pero ya había pasado esto.

Le llevé un pequeño pastel que decía te quiero, conseguí para ella rosas azules, su color favorito. Le regale una llave con un tallado especial para ella. Busque una canción compuesta en ese mes con la cual le pedí que fuera mi novia en el balcón de un edificio alto, ella acepto.

Los meses pasaron, las alegrías, tristezas y problemas no faltaron pero estuvimos juntos. Al final ella se fue, muchos me dicen que volverá, no sé bien si esperar a ello o, la verdad mucho ha cambiado desde su partida, pero algo es seguro, cuando me pregunten si sé que es el amor, ella será mi historia de amor.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *