Isaac se llevó mi corazón y todo lo que yo era

Isaac y yo nos conocimos cuando yo tenía ocho años y él diez, nos conocimos en la iglesia y por lo tanto nuestras familias se llevaron bien, con el paso de los años nos hicimos amigos y no podía ocultar en ningún aspecto cuanto me gustaba, en ese entonces él no se interesaba por las chicas y mucho menos como yo.

Un día él se mudó a otra ciudad y no supe de él; cinco años más tarde atropellaron a su abuela y regresó a la ciudad donde nos conocimos, en el sepelio no podía quitarle los ojos de encima, había crecido, se había hecho guapo y musculoso, me reconoció y platicamos un poco, intenté no verme desesperada porque era un funeral, por más que estaba emocionada de verlo de nuevo, ese día conseguí su número de celular y comenzamos a mandarnos mensajes por un año, luego, cuando él tenía 16 y yo 14 años, nos hicimos novios, cómo olvidar nuestro primer beso aquel 2 de mayo, fue lo mejor que me ha pasado en la vida, nos veíamos cada fin de semana ya que él vivía en otra ciudad.

Nuestro noviazgo fue como ninguno, emocionante, imparable, lleno de amor, deseo y todo lo que se podía sentir a plena adolescencia, no podía negar que estaba perdidamente enamorada de él, él fue el primero en todo en mi vida, la primera persona que me amara, que lo daba todo por mí, que me respetaba y nunca me obligaba a nada, tuvimos relaciones 11 meses después de nuestro primer beso, él era dueño de mi cuerpo y de mi vida, cuando llegamos a tener un año de relación, él estaba entrando a la facultad de medicina, su sueño estaba por empezar su rumbo, pero él estaba lejos y comenzaron a llegarme rumores de que me engañaba y que se veía con otras chicas, eran demasiados como para ignorarlos.

Un día un amigo mío se dedicó a enseñarme guitarra y en un impulso de esos lo besé, afortunadamente no pasó a más, pero quería sacarme su imagen engañándome con alguien más, resulta que la chica que me había contado los rumores estaba enamorada de mi novio y quería destruir nuestra relación, entonces él nunca me había engañado, y yo ya había cometido un gran error.

Pasó el tiempo y la verdad tiene que salir a la luz, un día él llegó a mí enojado y llorando, y reclamándome cómo había sido posible que yo lo hubiera engañado, en ese entonces nunca me había puesto a pensar que él me amaba tanto, sus lágrimas eran imparables, entonces me di cuenta de que había roto su corazón.

Ese día terminó con nuestra relación y fue el día más doloroso de mi vida, por más que trataba de explicarle que había sido solo un beso él no me creía y se alejó de mí. Pasaron unos meses y ni yo ni él podíamos estar más separados, y cuando volvimos a vernos hablamos y seguimos con nuestra relación, pero él nunca me perdonó, entonces cada vez que discutíamos me reclamaba sobre lo que había hecho.

Un día después de discutir me terminó y se fue, entonces, cuando creí que como cada pelea él vendría a buscarme para reconciliarnos pero no pasó, entonces me di cuenta de que ya lo había perdido, y había empezado una relación con una chica de su facultad, enloquecí y me escapaba de casa a verlo a la ciudad en la que estaba para suplicarle que regresara conmigo, pero él me rechazaba y yo no me daba por vencida.

Un día en el cumpleaños de mi madre le pedí como última voluntad que platicáramos en mi casa, las ganas me invadieron y tuvimos relaciones en mi cuarto, mi padre estaba durmiendo y nadie más estaba en casa, pero por un descuido mi padre tocó la puerta y fue imposible esconderlo en mi cuarto, entonces comenzó lo peor, él ya tenía una relación nueva con una chica y ahora nos habían cachado en la movida, mi padre llamó a sus padres y todos llegaron a un acuerdo: casarnos.

Dentro de todo la única feliz era yo, pues había conseguido lo que quería, tenerlo para siempre, él estaba aturdido, confundido y avergonzado, pasó el tiempo, lo entendió y nos casamos en agosto, sin nunca descuidar nuestros estudios, yo tenía 17 años y él 19, por el hecho de que aún estaba en la etapa final de mi adolescencia tenía muchos cambios de humor y me volví insoportable, entonces mi carácter hizo que él se fastidiara de mí, y comencé a ver que su amor por mí era casi nada, además de que siempre lo vigilaba y tenía celos, ya que la novia que tenía antes de que nos casáramos estaba en su salón y tenía miedo de perderle.

Un día discutimos y tuve un arranque de ira y me fui de la casa, tomé todas mis cosas y me fui a la casa de mi madre, entonces cometí otro error, divorciarme, apenas teníamos tres meses de matrimonio y nos separamos.

Han pasado tres años y por obvias razones tengo prohibido buscarle, nuestras familias se odian y todo terminó mal, no ha habido un día que pase sin pensar en él, sin embargo, tengo un novio nuevo que me ama y lo da todo por mí, pero por las secuelas no puedo amarlo, Isaac se llevó mi corazón y todo lo que yo era, quisiera recuperarlo, pero no sé cómo, tengo ahora casi 21 años y él 23.