En la primaria cada fin de mes nos cambiaban de lugares con el fin de conocer a todos nuestros compañeros. Yo me sentaba en una mesa con cuatro chicos, era muy tímida, no hablaba de nada pero me atraía un chico que yo sabía que no sentiría nada por mí, pero un día les hablé de un juego que yo solía jugar mucho, y Juan el chico que me gustaba también lo jugaba en este juego, teníamos que tener parejas y con el tiempo hablábamos todos los días y fue mi pareja en el juego.
Al siguiente año ya no nos sentábamos juntos pero seguíamos hablando y nos gustábamos, fue como un sueño cumplido, nos amábamos tanto que eramos como novios pero nunca existió la pregunta ¿Querés ser mi novia? Hacíamos todo juntos, hubo una semana en la que me regaló chocolates por toda la semana .Y bueno luego pasamos a séptimo y teníamos algo de onda pero no tanta como antes, él había empezado un deporte nuevo y una chica le decía que le gustaba, entonces dejamos de hablar un poco.
Ya habíamos pasado a la secundaria, íbamos a la misma pero en distintas secciones y él tuvo una novia y yo andaba en otra pero seguíamos hablando y a los dos meses de que cortara con su novia me dijo: Duramos solo una semana porque nunca dejñe de gustar de vos y lo voy a seguir haciendo, nunca conocí a alguien como vos, y a mí me había dejado de gustar como antes pero lo seguía amando. Y ahora volvimos a gustarnos.
Que linda historia…