Todo ocurre por algo

Espero no volver a equivocarme.

Dicen que todo ocurre por algo, que nada pasa sin tener un propósito, pero aun así hay cosas que pasarán años y no comprenderé.

A mis cortos 16 años conocí a un hombre del cual me enamoré completamente. Sin pensar en nadie más que en nosotros. Era un amor bello, lleno de vida, lleno de sentimientos hermosos, con altos y bajos. Aunque ambos teníamos una corta edad pensábamos hasta la eternidad juntos. Esperamos con ansias que pasaran los años para así tener la mayoría de edad y poder casarnos, vivir lejos y formar una familia juntos, pero las cosas nunca salen como uno planea, siempre hay contratiempos, grandes bloques de tierra que se desploman de la nada. Como si con el tiempo en vez de lograr construir algo estable es todo lo contrario. Se desploma todo y ocurre lo que menos se espera.

Fueron dos años de una hermosa relación, seis meses de ellos vivimos separados, ya que por la institución en la que se encontraba él debía marcharse a otra cuidad del país. Fue larga la espera, las ganas de querer ver a aquel hombre. Ver su cara, besar su labios, acariciar su hermoso cuerpo, entregarnos por completo al amor. Desnudar con cada caricia aquel corazón. Los meses pasaron, ya podíamos estar juntos, faltaban solo tres meses para poder cumplir nuestro sueño más anhelado. Casarnos por el civil y luego por la iglesia. Nos amábamos tanto que creíamos que ni Dios podría separarnos. La falta de comunicación, la pérdida del respeto mutuo fueron algunos de los detonantes que hicieron que nuestra relación se quebrantara.

Con el tiempo nos separamos, quizás los hombres olvidan de manera diferente. Para mí su pérdida era como un luto, quería sumergirme en la soledad, ahogarme en lágrimas. Cortar todo conducto que llevara sangre a mi corazón. Para él fue todo lo contrario, se sentía libre, sin ataduras. Pasó de ser un tipo tranquilo a uno que solo pensaba en festejar. Había pasado un mes y ya tenía una nueva mujer de adquisición. Se paseaba y mostraba en cada red social que teníamos en común.

Decidí buscar nuevos “amigos”, nuevas fronteras, nuevos rumbos. Eliminé todo vinculo con él, desde amigos hasta sus conocidos. La idea era arrancarlo de mi corazón. Comenzar una nueva vida. Era mayor de edad, podía salir sin darle explicaciones a nadie. Conocí a un chico, mucho mayor que yo. Era algo atrevido, todo lo contrario a aquel mal hombre. Quizás quería encontrar un polo opuesto a mí. Alguien con quien divertirme, comenzamos una relación a escondidas. La gente nos veía juntos, pero no sabían que eramos novios.

Un día en la madrugada el insomnio era parte de todas mis noches, consolándome en canciones que calaban el alma. Llega a mi teléfono un mensaje de un familiar de él. No accedía a leerlo, pero la curiosidad fue mayor. De tirada me lancé a leerlo. En mis pensamientos más profundos anhelaba que fuera él quien me hablara, pero NO! él tenía una relación debía estar muy feliz como para hablarme. Pero mi sexto sentido no falló: era él. Era un simple – HOLA SOY LUIS – Mis ojos se llenaron de lágrimas, mi corazón latía hasta poder salirse por la boca. Aquella noche no dejamos de hablar, tenía una rabia inmensa con él, pero a la vez era un amor que fue mucho más grande que todos los sentimientos negativos que sentía. Hablamos un par de meses hasta que nos juntamos. Era el día de mi cumpleaños. Conversamos un poco y comimos algo. De la nada fluyó un beso, un beso de esos que te dicen “Te extrañé”. Fue el beso más largo que jamás había dado. Cuando ya llegué a casa me sentía mal. Cómo había caído en sus garras otra vez. Cómo pude ser tan tonta, engañé a mi pareja por un solo beso que no tendría ningún efecto. No volveríamos a estar juntos otra vez, eso era imposible.

Con mi actual novio nos llevábamos súper bien. Íbamos a todas partes juntos, aun así solo quería arrancarme todos los recuerdos de la cabeza y del corazón. En sus besos buscaba los besos de otro, en sus brazos buscaba consuelos y en su cuerpo solo encontré sexo y no amor. Y sí, quedé embarazada.

Nuestra relación terminó, yo jamás fui mujer como para contarle que le fui infiel, quedamos como amigos, aunque ni él ni yo sabíamos que dentro de mi vientre había un pequeño ser.

Con Luis comenzamos a vernos más seguidos, comenzamos a ser amantes. Y aunque en un principio me sentía miserable comenzó a gustarme ese juego. Él tenía novia, yo era soltera. Fueron prácticamente dos años que fuimos amantes, dos años en los que aun seguía enamorada de él, pero yo para él solo era un juego. Su novia se enteró por mensajes que habían sido enviados desde Facebook, y aunque me ilusioné con pensar que podría él volver a mí, solo me sirvió para darme cuenta de que nunca signifiqué nada para aquel hombre. Dejó de hablarme de un día para otro. De a poco he comenzado a olvidarle. Aunque en acto suicida veo fotos de él recordando aquel hombre del cual algún día me enamoré perdidamente.

Me hice amiga de la cuñada del papá de mi hijo. Ella me contó un poco más de la historia de aquel hombre (Hans es el nombre del papá de mi hijo). Al parecer no era un santo como lo creía, y varias veces en nuestra relación me engañó. No reclamo nada, sería patuda al hacerlo siendo que yo también hice lo mismo, es más, me deja más tranquila al saber que no fui la única. Me arrepiento de haberlo conocido, pero no de haber tenido a mi pequeño hijo Tomás.

Sin buscar encontré a un hombre maravilloso. De apoco lo voy queriendo y me hace sentir bien. Nos llevamos bien y somos bien parecidos en cuanto a carácter. Espero no volver a equivocarme. Como ha sido en ocasiones anteriores.

Join the Conversation

5 Comments

  1. says: Diana

    la verdad es muy impresionante claro que de los errores aprendemos pero un hijo no es un error es una bendición y me alegro por ti que te ayas dado cuenta de todo que avías hecho suerte (Y) 🙂

  2. says: Lluvia De Estrellas

    Es muy triste, pero si te soy sincera, y sin ofender, creo que en cierta parte te lo merecias por ser la amante de tu ex por un tiempo, y por haber engañado al otro, se que tu castigo fue de más, pero hasta cierto punto, lo merecías. 🙂 Un beso y suerte.

  3. says: andres

    mira tal vez el error que pudiste haber cometido no fue conocer a esos dos hombres en algun punto de tu vida la llenaron de alguna manera, creo que volviendo a luis fue el detonante para tu vida al pensar que el volvería a ti y mas tu sabiendo que estabas locamente enamorada

Leave a comment
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *