Somos muy felices juntos

Yo tenía un primo que tenía un amigo llamado Javier, ese amigo estaba de cumpleaños, invitó a todos sus amigos y en eso mi primo me invita a mí a la fiesta de Javier que la celebrarían en la disco. Bueno, yo me arregle bien, fui, lo vi, él me vio a mí y no me gustó nada, es más, lo encontré feo, él solo quería celebrar su cumpleaños así que ni se preocupó de que a mí no me dejaron pasar por tener 15 años.

Pasaron dos semanas cuando veo una solicitud de amistad de él, la acepté y decidí hablarle, conversábamos de muchas cosas, vi sus fotos y ya no lo encontraba feo, pasaron los días y ya me comenzaba a gustar, pero él nada de nada, no me decía indirectas, nada, así que tomé la iniciativa y le dije: “te encuentro lindo”. Él me dijo que también me encontraba linda a mí.

Pasaron los meses hablando mucho, a veces hasta se hacía de día chateando y chateando, nunca en persona, hasta que llegó el 14 de febrero y me invitó a salir, nos juntamos, hablamos mucho y en eso me dijo: “¿Vamos a dar una vuelta?”. Yo ya sabía lo que se tramaba pero acepté y cuando vamos llegando a una esquina para, me toma de la cintura, se agacha un poquito (soy bajita) y cuando va llegando a mi boca yo me corro y le digo: “A ver, ¿no crees que vas muy rápido? Es la primera cita”. Él sonríe y me dice “eso me gustó”, yo sonrío coqueta y seguimos caminando hasta que llegamos a la vuelta de mi casa porque no me dejaban tener novio así que salí escondida.

En eso de despedirnos pone su mejilla y voy le corro la cara y le doy tres piquitos y le digo: “Es cuando yo quiera, no cuando tú”. Sonriendo muy coqueta. Él nuevamente sonrió y se fue. Así comenzó una linda historia pero siempre a escondidas.

Un día cuando nos juntamos mi hermana mayor me vio y me acusó, mis padres hablaron con mi primo que era amigo de Javier y le dijeron que como era él, les dijo puras mentiras que era mujeriego, narcotraficante, ladrón, drogadicto, etc. y además tenía 21 años y yo solo 15 así que mis padres me prohibieron verlo. Hasta que un día mi mamá me ve triste y me dice: “Hija, dame el número de Javier yo solo con escucharlo hablar sabré si es verdad que es tan malo”. Yo encantada se lo di mi mamá, me dice que estaba bien, que se notaba respetuoso y humilde así que me dijo quiero conocerlo, mi padre seguía odiándolo así que nos podíamos ver poco. Pero eso reforzó nuestro amor (mi primo luego pidió perdón y dijo que todo lo que había hablado era falso que lo dijo porque le dio rabia, que él era su amigo y él me veía como una hermana y le dieron celos de hermano).

Pasaron meses, yo fui a conocer a su familia, cumplí 16 años y él me hizo una fiesta sorpresa, la pasamos muy bien, fue el mejor cumpleaños de mi vida porque además estaba con él y ese día fue la primera vez que le dije te amo, antes solo le decía te quiero, él también a mí.

Ya teníamos seis meses de noviazgo, él ya quería tenerme como mujer pero yo quería esperar hasta el matrimonio, él me entendió y me esperó, pasó un año y decidimos que queríamos estar juntos así que nos casaríamos, pero cuando le comenté a mis padres no me dejaron, obvio, tenía 16 años, así que nos olvidamos de eso.

Luego pasó otro año de amor, de pololeo, de peleas, que terminábamos, que volvíamos, pero nada grave, cosas normales y a pesar de eso un año sin hacer nada.

Un día me dice que vamos a cenar, cumplíamos dos años de noviazgo y me dice ponte linda, bueno vamos en la carretera, yo no sabía dónde me llevaría. Me dijo: “ponte cómoda y duerme porque es largo el viaje”. Pasa una hora y aun no llegábamos, pasó una hora más y nada, y de pronto se cruza un auto, casi chocamos, yo me puse a llorar, me enojé y le dije: “Cómo se te ocurre traerme tan lejos casi chocamos”. Él me decía “disculpa ya llegaremos porfa no te desanimes”. Hasta que al fin llegamos sin saber aun dónde estábamos, me bajó, miro y me había llevado a la playa a un lugar  que yo no conocía y a la orilla del mar me da una cajita y me dice: “¿Quieres casarte conmigo?”. Yo feliz y emocionada le digo que síiiiii… Pasaron unos meses y nos casamos, yo perdí mi virginidad recién después de casarnos, eso él lo valoró mucho y me decía fue muy especial y hasta el día de hoy lo amo y él a mí. Estamos en busca de un bebé, somos felices y nos amamos mucho.

En fin, chicas, no permitan que los hombres les digan que quieren la prueba de amor y esas cosas porque un hombre que ama de verdad se aguanta hasta el final como el mío, yo ahora soy muy feliz y le agradezco que me esperara tanto tiempo y doy gracias a Dios por mantener viva esta relación.