Hoy la sigo amando a pesar de todo

Quisiera comenzar esta carta hablando a grandes rasgos del tema, es al respecto de una relación que tengo en jaque, yo Rodrigo de 24, ella Andrea de 42, una diferencia marcada y notable, empezaré diciendo que empezó un 25 de mayo, ella marcó mi teléfono y yo estaba en mi casa junto a una chava que acaba de conocer en la noche anterior, ella me dijo que la disculpara por marcarme a lo cual no vi problema, definitivamente ella tuvo una mala noche, un tipo intentó pasarse y le fue mal, lloró en la línea y le dije que la invitaría a salir y le mostraría un mundo diferente y personas diferentes… aunque la verdad para ser sinceros ese no fue el comienzo, ella trabajaba donde yo laboraba, el primer día que la vi entrar me enamoré, la veía llorar y me preguntaba quétendría que pasarle a una mujer así para derramar esas lágrimas.

Pactada la cita ella se arregló de maravilla, llevaba vestido negro, medias negras, tacones altos, un maquillaje y peinado perfecto…. Un abrigo encantador… salimos, fuimos a un bar de rock, pasó de genial a sublime, hubo química en la conversación, su léxico era fluido y amplio, empezamos con tensión sensual, toqueteos, miraditas… salimos y fuimos a otro bar… bailamos… comencé a tocar su piernas, no dijo nada, salimos y hablamos en el auto y lloró, me contó que no quería empezar nada, estaba dolida, fuimos a mi casa con el pretexto que no podía conducir más, nos recostamos y tuvimos lo que se llama comúnmente un faje… pasó y al llegar el lunes trató de evadir el problema, pero ella me interesaba.

Salíamos a comer a la hora del trabajo y comencé a cortejarla más directamente, nos conectamos por Facebook y comenzamos a escribirnos poesía, ella emocionada al encontrar por primera vez alguien que le respondiera de la misma forma y con tal imaginación, pasó horas a diario escribiendo y yo respondiendo, hasta que la imaginación dijera basta, pasado esto ella me visitaba cada semana, salíamos, bebíamos un poco, bailamos, y nos enrollamos, el mejor sexo de toda mi vida…

Ella siempre pedía más y yo siempre agradecí lo pidiera, un día me dijo “dejemos el sexo para ver si no es solo eso y existe algo más”, accedí  y esperamos hasta un día volver para que fuera mejor que nunca…

Terminamos de la nada porque fui grosero y un día me pregunté por qué no puedes amar, me frustré al ver que ella era incapaz de enamorarse de mí sin importar qué hiciera y qué intentara… Le dije cosas crueles como que era egoísta y que quizá me arrepentía….

Nos dejamos y un día de la nada nos conectamos, tuvo un mal día y lo presentí, le hablé y pregunté cómo estás, me dijo, no es cierto, no puede ser… Me explicó y le dije yo te sentí… al día siguiente fuimos a un restaurante, pasamos cinco horas sentados café tras café… Fue a mi casa solo para reconciliarnos en la cama sintiendo un nivel más… Pasó el tiempo y un día me dijo hoy te digo sí… hoy sé que hice pasar malos ratos pero eres el hombre que siempre esperé y soy la mujer más feliz del mundo…

Llegó la Navidad y me invitó a pasar esos días, me mudé a su casa donde viven sus hijas, tiene hijas grandes, por cierto, la mayor 22 y la menor 17, ellas me recibieron bien, ya me conocían, y un día me dijeron yo al preguntar ¿creen que quiero a su madre? Dijeron que sí, que era el primero que entraba, que realmente le creían y aparte lo sentían, me sentí alagado.

Pasó Navidad, yo siendo ermitaño lo consideré la mejor de mi vida… No me fui a petición de todos, me quedé y fue genial, levantarse a las 6 am a correr con ella, regresar, bañarnos e irse a trabajar juntos… Así hasta que enfermó… miomatosis. La llevé con mis amigos médicos y ginecólogos, la trataron y la medicaron fuertemente con lutoral, al grado que dejó de sangrar cuatro meses para después comenzar a regularse, traté de comprenderla pero a veces le pedí hacerlo, se sentía pudorosa y aun así accedía, me dijo que la presionaba demasiado, intenté bajarle la presión, y lo logré un poco, pero se volvió como menopaúsica (eso creo), intolerante, bochornosa, le irritaba todo absolutamente todo, fue muy grosera ese tiempo pero soporté, aunque de repente explotaba y más cuando no teníamos sexo, eso resultaba para mi algo frustrante.

Ella me explicó que ya no sentía lo mismo cuando me acercaba y que no sentía nada cuando lo hacíamos, fue un proceso largo, y un día le revelé que tomé la decisión de medicarla y hacerle el legrado porque estaba a un paso de la leucemia, se enojó y me dijo que si ella quería morir era su decisión, siempre me lo echó en cara y es su arma más letal contra mí.

Siempre salíamos de viajes, a puebla o a la ciudad de México, siempre el viaje lo pagaba yo, un regalo, sus compras, obsequios para sus hijas, favores, atenciones, el desayuno en la cama, incluso le planchaba de vez en cuando la ropa, lavaba los trastes, limpiaba la cocina, tendía la cama, y sin dudar todos los días le decía te elijo y para mí eres la mujer más hermosa del mundo, aunque ella se veía gorda y siempre vivió frustrada con mostrar su trasero, que para mí era hermoso, tiene un cuerpo que cualquiera de 20 envidiaría, siempre le escribí mensajes de aliento, de amor y deseando lo mejor, pero cuando volví a preguntar si me amas me dijo: la verdad no te amo, no puedo, lo siento, te lo dije, me frustraba y era grosero y le echaba en cara de su último ex que la hizo hacerse de deudas y aparte le fue infiel, eso se lo echaba en cara… Textualmente decía “por qué te enamoras de alguien que te hace tener deudas y aparte te engaña y te esconde y no te enamoras de alguien que da todo por ti y te demuestra su amor”.

Posiblemente lo pensara un par de veces pero esa misma pelea empezó a tomar parte de las noches, del día a día, y poco a poco para ella se convirtió en un reclamo, al grado de decirme que nunca más aceptaría cosas de mí y que le pasara la factura que ella me pagaría, posteriormente revisé por error su teléfono, llegué a una parte que no pretendía encontrar, mensajes de su ex y el último de un viernes atrás, diciendo todo en plan amoroso (te extraño, contigo quiero estar, tú eres mi amor, cómo están tus hijas, cuídate), me sentí engañado, se los mostré y la verdad no dijo nada más que ella era ella o en sus palabras yo soy yo y hago lo que quiero, entonces ese día me fui.

Al otro día volví y por una extraña razón termine pidiendo perdón yo, pasaron los días, no peleamos más…. Un día llegué ebrio y reclamé la vida, mi tiempo… todo… ella se sintió mal, cada día me transformaba más en ese hombre que tanto odio y no quiero ser, pasó media semana, de la nada tuvimos sexo, pensé todo va mejor, pero no fue así…  Se le olvidaron lo detalles, las serenatas, el saxofón al balcón, las cenas a la luz de las velas, las noches de baile, el vino en el jacuzzi… y me dijo vete y tenía mis cosas en maletas…..

No me fui me quedé…. Para después un breve respiro tener…  Me enfermé, me tuvieron que extirpar la vesícula biliar, me fui a internar solo porque siempre he sido un ermitaño y con mi familia no la llevaba muy bien, al salir de cirugía no tenía ningún familiar, conozco al director, me permitió internarme así, llegó más tarde solo para decirme que mala onda, que por qué la comprometo a ella, en ese momento no dije nada aunque sentí una puñalada, se quedó su lleno y amigo mío.

Esa noche, al siguiente día fue muy atenta pero al final dijo, espero que con esto quede pagado todo o al menos la mayor parte… yo pensé en mi cabeza quién te está cobrando algo… Al salir del hospital fue una de sus hijas por mí, me llevó a su casa y lloré bastante… y ella al llegar me dijo, vete a otro cuarto, aquí no te vas a quedar, te puedes quedar el tiempo que necesites, pero aquí en mi cama no… Sentí horrible, no me podía permitir mal… Me puse necio y ahí me quedé, no me moví…

Al siguiente día tomé algunas de mis cosas y me fui a la ciudad de México con un familiar a pasar mi recuperación, a la semana le llevé un detalle, una animación cuadro por cuadro, le gustó un poco, además me recibió y entré a su casa… Le dije que la amo y que le deseo lo mejor, pasaron los días y salimos a cenar, yo siempre en plan romántico y dejándole en claro que la quiero recuperar… Le pedí perdón si había sido muy grosero… Cambié mucho en mi forma de pensar… ya no fui tan necio ni tan impulsivo… pero a veces ella me hacía sentir que yo le había pegado y que la había torturado cuando ni una palabra altisonante dirigida directamente hacia ella había yo invocado…

Estos días han pasado, ella tiene un departamento y se lo rentó a un supuesto amigo de hace años, y por cierto salió con él, al grado que él ya le pide que si se va a ir a quedar con él… qué idiota me siento… lo único que obtuve como respuesta es: quiero ser libre tú me tenías con el lazo en el pescuezo y quiero ser libre, no quiero estar con nadie.

Hoy precisamente le marqué y ella no respondió en todo el día, ¿por qué? Estaba en un fiesta con un amigo… curioso ¿no? Es libre, claro… pero creo que sería justo que me dijera: ya no quiero nada contigo, no respondiera mis mensajes ni tomara mis llamadas, y me dijera déjame en paz, pero hace lo contrario, me escribe, sale conmigo, y me agradece…. Claro que entiendo, yo me confundo… y lo peor de todo, sufro…. El día de hoy le pedí que si me tiene algo de cariño me ayude a olvidarla…. Porque todos los días le digo que la amo… y todos los días ella me dice que somos amigos… qué debo pensar…. Cuando ella me dice sé lo que te esfuerzas… lo que haces… sé los detalles… que me intentas dar todo… que te preocupas por mí…  que me regalas sonrisas que me invitas a tener noches mágicas, que siempre contigo tengo química y esa conexión inusual… pero prefiero irme con el patán y darle todo…

Así es la historia, siempre le dejé claro que la edad no me importaba, siempre anduvimos en sitios públicos y siempre la tomé de la mano en la calle y más que nada la presenté a mis amigos y familia. Hoy la sigo amando a pesar de todo.