Siempre hay alguien para ti

Lo conocí de la forma más extraña. Yo tenía un novio que para nada me respetaba, no le importaba lo que yo sintiera, mucho menos lo que me pasara, tanto su mejor amigo como él se burlaban de mí y de mis desgracias familiares, por no sentirme sola llegué a fingir que no pasaba. Un día de la nada él me dejó, yo lo esperaba, ni siquiera me dijo por qué, sólo se fue, llegué a pensar que no había nadie para mí, y le pedía a Dos que me dejara conocerlo, sólo conocerlo, a esa persona que estaría conmigo que me haría feliz

Pasó el tiempo y recibí una llamada de un amigo que teníamos en común con aquel novio, algo que me sorprendió. Yo conservaba una relación allegada con él, sin embargo, me pidió como favor que realizara un trabajo de investigación, me dijo que era muy importante que yo era muy buena en eso, y yo acepté. Él se encontraba estudiando en la universidad al igual que yo, y me dio un correo al que debía mandarlo.

Pasé noches enteras y atendiendo su trabajo y los míos, me encontraba en la fase final del semestre. Cuando lo terminé lo envíe, y a los días en el chat encontré conectado a dueño de ese correo, le pregunté si el trabajo les había servido y él me respondió incrédulo. Después de hablar durante un rato me confesó que ese amigo que me pidió el trabajo me mintió, no era verdad, no lo necesitaba, sólo quería reírse de mí, y lo logró.  Lloré y sin darme cuenta me desahogué con el chico del correo, él me consoló y comenzamos a vernos por el chat, casi todos los días hablábamos de todo y siempre me hacía reír.

Un día en la calle me encontré con ese amigo que me había hecho la broma y no pude aguantar, al ver que me quería saludar como si fuéramos íntimos amigos sin importarle las humillaciones que me hubieran hecho anteriormente, sin ningún respeto hacia mí, le reclamé la broma y todo lo anterior, él se disculpó y quiso enmendar su error, pero yo no le creía mucho.

Mi padre sufrió un accidente y él estuvo a mi lado, terminé por confiar en él, comenzó a frecuentarme y yo lo veía como un amigo; mientras tanto seguía conservando una relación increíble con el chico de Internet. Después de la crisis con mi padre el chico de Internet me pidió salir con él, deseaba conocerme y yo también, él era para mí una persona maravillosa que me entendía y con la que podía hablar libremente, accedí y salimos, pasamos una noche maravillosa, hablamos de todo, él era tal y como lo imaginaba, no podía recordar cuándo fue la última vez que fui tan feliz, creo nunca hasta que lo conocí a él. Sin darnos cuenta amaneció, esa noche al dejarme en mi casa salí del coche y le dije que me esperara un momento, creo que no me escuchó porque cuando salí ya no lo encontré.

Pasaron los días y al contarle a mi amigo me dijo que eran del mismo salón, pero que no confiaba mucho él, que no tenía buena reputación. Yo no lo creí pero no volví a saber de él, poco después me dijo mi amigo que tenía novia, así que dejé de preguntar por él, aun así lo recordaba con mucho cariño y siempre sentía en mi corazón que lo volvería ver. No sabía cuándo, no sabía, dónde, pero yo sabía que lo volvería a ver, esa noche con él fue mágica. Lo sentía.

Pero al tiempo mi amigo me dijo que por qué no salíamos juntos, que yo le gustaba, yo le dije que no podíamos, que para mi él era mi amigo y nada más, que le agradecía el apoyo que me había dado cuando mi padre se accidentó pero que no podríamos progresar como pareja porque éramos muy diferentes, él de carácter muy fuerte y enérgico, y yo demasiado sensible y sentimental, pelearíamos mucho, eso sin hablar de que no sentía nada por él.

Se enfadó y dejó de hablarme durante un tiempo, hasta que se calmó. Después de dos años conocí a un tipo que aún no entiendo por qué pero acepte salir con él. Pasado un tiempo él empeoró su actitud hacia mí y cansada de una vida de humillaciones decidí que no por sentirme sola iba a permitir que cualquier tonto me humillara. Esa noche que terminé con él entré al chat y lo primero que vi fue a él, estaba conectado y mientras yo escribía para saludarlo llegó su mensaje primero, hablamos como hacia mucho no lo hacíamos y volví a sentir esa felicidad tan inmensa que sólo él provocaba.

Pero aún tenía novia, y yo no podía pensar en relacióname con él, creía que estaba bien con ella, pero me equivoqué. Me dijo que quería verme, yo no pensé y accedí, nos encontramos en la entrada de su facultad; cuando llegué, observé que mi amigo y el chico del chat se estaban peleando.

Mi amigo le decía que cómo era posible que saliera conmigo y que le quitara a su mujer, que yo era su mejor, algo que me sorprendió mucho, eso no es ser amigos. El chico del chat le respondió que cómo era posible que después de haberme humillado, de haberme tratado como lo hizo pretende creer que yo era algo suyo. Le dijo: “aun cuando ella te había dicho que no quería nada contigo quieres venir a presumir aquí frente todos que tienes a alguien que se humilla por estar contigo, que te ama cuando sabías que no era cierto, en qué papel la dejas a ella, ¿y eso es amar?”.

Yo no podía creer lo que estaba escuchando, el joven que se había disculpado conmigo y que yo creía sincero me había mentido otra vez me había utilizado para hacerse una reputación entre sus amigos sin importarle cómo dejaba la mía. Cuando mi amigo me vio se puso blanco del susto.

No volví a verlo, y el chico del chat me confesó esa noche que había terminado con su novia, que me amaba desde el primer día que me conoció, que la noche que salimos no quería llegar, que ya me había visto parar en la puerta y no podía creer que esa persona que hablaba con él era yo, que tenía un problema en uno de sus oídos que le impide escuchar bien por eso no me oyó cuando le dije que regresaría en un momento, y que cuando se fue se fue triste pensando que a mí no me había gustado él, que pensó que tal vez no nos volveríamos ver y que sintió una inmensa alegría cuando nos reencontramos en el chat y que no me iba a volver a dejar ir jamás. Así ha sido desde hace cuatro años y no va a cambiar porque nunca me había sentido tan feliz como ahora.