A quien no me supo querer

Cuando te vi inevitablemente pensé en problemas.

A veces despierto intentando recordar como era mi vida sin ti. Cómo era yo, como eran mis amigos, cómo eran mis tardes y mis noches. Pienso en cómo sería yo ahora si nunca te hubiera conocido. Pienso en los chicos a los que habría amado, las fiestas en las que me habría emborrachado, las discusiones que hubiera tenido con mis padres… pero eso ya no importa.

A veces sin embargo, me despierto pensando en lo contrario, en cómo hubiese sido y sería mi vida a tu lado. En cómo despertaríamos juntos y haríamos el desayuno mientras me abrazas y me hablas de lo largo y aburrido que será tu día sin mí, en los fines de semana lluviosos que podríamos haber pasado tumbados frente a la estufa recordando viejos tiempos. Pienso en cómo hubiese sido dormir abrazados y alejados de todas las cosas malas que pasan en el mundo.

Y ahí está el problema: puedo imaginar una vida contigo o una vida sin ti, pero no una dividida entre ambas, no una clandestina.

Cuando te vi, inevitablemente pensé en problemas, pero nunca estuve realmente preparada para este cóctel y sinceramente, mientras escribo esto, no puedo parar de culparte. Por ti, lloré lo que debía llorar, por ser tan ilusa de creerme tanta felicidad, por ti es que viví tan preocupada de que todo este sueño llegara al final en lugar de limitarme a soñarlo mientras durara. Gracias a ella mis esperanzas se hicieron añicos, porque ¿sabes qué? Es sólo una más de las que te hará daño. Sólo otra de las que no te quieren y a las que tampoco amas.

Y también sé que por tu causa que me pude hacer más fuerte y entender que no todo es lo que vemos o sentimos, pero que de todas formas el amor lucha hasta que no le quedan fuerzas y tú, me dejaste ir. Sé qué algún día tomaremos lo que nos pertenece para ir hacia un sitio donde podremos permanecer. Porque sé que seremos de otros y que otros nos pertenecerán.
Sé que lo sientes, y quizá esa sea la peor parte del momento: entender que entiendes mi dolor, aunque no lo sufras conmigo. Lo que nunca entenderás es que siento miedo de seguir sintiendo, miedo a romper otra promesa, de  tener que volverte a pedir que te quedes, aún sabiendo que no debes, ni quieres, ni puedes hacerlo.

Y es que ya estoy cansada de pelear. Ya no quiero seguir permaneciendo en esos momentos en dónde parece que nuevamente las lágrimas, van a nublarlo todo. Me consuela poder cerrar los ojos y volver hasta el camino en donde fuimos felices, aunque fuera todo en mi cabeza. Donde yo no era la otra, donde no existía la niebla, donde imposible sólo era una palabra más. Donde puedo ser feliz aún, pero sin ti.

Ahora me pregunto qué deparará el mañana y qué encontraré en un futuro, sé que seguiré  buscando alguien como tú. Una versión mejor, quizá. Seguiré buscando aquel que me dé todo lo que tú no pudiste, porque no me pertenecía. Alguien que ya me esté esperando con impaciencia, que se alegre de verme cada mañana, alguien que rece por mí, como yo recé por ti. Alguien que aunque no me pueda entender del todo se esfuerce por hacerme sentir mejor en esos momentos muy míos que no sé por qué lloro. Sé que ese alguien está por llegar, y voy a estar esperándolo deseosa de darle un beso y un abrazo que guardo desde hace mucho tiempo.

Ya no quiero sufrir más, hoy rompo nuestro pacto y me libero de ti. Espero que, al igual que yo, puedas alcanzar la paz.

Join the Conversation

5 Comments

  1. says: ARIZ

    esta historia me encanto me hiso recorder a la persona que pensaba yo que era mi gran amor y la que realmente jugo sola este juego fui yo que doloroso ver que esa persona no te ama igual.

  2. says: Becca

    No dudes en que llegara el indicado para ti. Que se esforzara a demostrarte tu amor hacia ti. No pierdas las esperanzas. Tu puedes mujer! El amor llega cuando tiene que ser, en su debido tiempo.

Leave a comment
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *