Cuando mi novio me pidió que me casara con él realmente ya teníamos la fecha de la boda puesta, pero yo siempre le tomaba el pelo con eso de que “como no me pidas que me case contigo suspendo la boda”, y él siempre me vacilaba diciéndome en cualquier momento “¿Quieres casarte conmigo?” y yo le respondía: “Así no vale”. Además, le decía que lo quería sin anillo ni nada, pero que quería que se lo currase un poco… y más a esas alturas que ya teníamos la fecha de la boda.
Este verano nos fuimos de vacaciones a Italia. Estábamos paseando por la plaza de San Marcos y me dijo: “Creo que te está sonando el móvil”. Me acerqué a la mochila (la llevaba él), puse la oreja y le dije: “No, no suena”. A los dos minutos me vuelve a decir: “Ahora sí, estoy seguro de que ha vibrado”. Me acerqué, saqué un poco el móvil de la funda, vi que no tenía llamadas ni nada y lo volví a guardar. Al poco rato me dice otra vez: “Que sí, está sonando”. Y ya lo saqué de la mochila, lo saqué entero de la funda y al sacarlo se cae de dentro un cuadernito pequeño con ocho hojas, lo abro y leo:
Ciao Bella! – Queré – Unire a – matrimonio – con me? – Vale Biglioto – (en el siguiente papel un dibujo de una góndola) – Te quiero.
Resulta que lo había estado escribiendo la noche anterior en el hotel mientras yo me duchaba y el “italiano” lo sacó del diccionario de viaje que llevábamos. Me emocioné y se me cayeron las lágrimas, sobre todo porque ya no me lo esperaba y fue una gran sorpresa. Y en lugar de un anillo me regaló eso, un paseo en góndola (había decidido el día anterior que no íbamos a montar en góndola porque me parecía caro pero él sabía que me daba mucha pena estar ahí y no montarnos).
Para mí fue un momento muy especial que recuerdo con mucho cariño, por la sorpresa, lo diferente y porque Venecia es un escenario inmejorable para una escena tan romántica. Ahora… ¡a esperar a la boda!
Me ha encantado!! yo también quierooo!!!