Nuestros corazones gritan por estar juntos

Todo comenzó a mis 15 años cuando decidí cambiarme de un colegio femenino a uno mixto, de hecho, volví a donde estudié toda la primaria. Las viejas aulas, los viejos maestros, viejos compañeros… Era tan feliz! Y ahí estaba él… Con sus ojos negros, tan bello. Aunque sinceramente, en un principio no le puse atención y creo que él a mí tampoco.

En una clase de inglés, olvidé mi libro y la maestra le ordenó a Gabriel (mi amor) que por favor una su pupitre con el mío y compartamos libro… él actuaba como si yo no existiera, como si le daba coraje que lo haya elegido a él… Yo no entendía su actitud y no le puse atención, y de hecho, llegué a pensar “qué tipo tan pesado!” ¿Quién iba a pensar en lo que pasaría después?

Yo era muy bromista, siempre le buscaba lo chistoso a cualquier situación, me gustaba hacer reír al grupo, fue cuando el grupo de Gabriel (que eran en total cuatro) comenzó a hacerse cercano a mí. De repente, eran mis grandes amigos! Y mi Gabriel se convirtió en mi compinche (por así decirlo). Todas las clases, todos los días, nos reíamos de todo, hablábamos tantas tonterías que incluso a veces los muchachos, cansados de tanta payasada nos dejaban solos y nosotros ni cuenta nos dábamos. Yo lo veía como un buen amigo, hasta que un día, a la salida, mi amiga Gaby con su entonces novio Alejandro comenzaron a insinuar cosas… En un tono burlón me dijeron “Ajá picarona, ya sabemos que andas con Gabriel”!

Eso fue como un baldazo de agua helada! Demasiado inesperado! ¿Gabo y yo? ¿Novios?
Al llegar a casa me puse a pensarlo… “¿Acaso le gusto?” Me confundí demasiado!! Quizá mis amigos me estaban molestando, quizá eso que me dijeron fue porque de algún modo el quería acercarse a mi, o sea, ser mi novio…

Ignoré la situación y seguí como si nada. .

Después de todo, Gabo seguía siendo mi amigazo y seguíamos riéndonos de todo! Fue cuando las insinuaciones y rumores se empezaron a esparcir, de repente, casi todos en la clase decían lo mismo… Y fue ahí, que mi corazón comenzó a enamorarse. Pero había un problema, él a pesar de su buen sentido del humor, era demasiado tímido… tal como yo :/

Era demasiado tarde, pasaron las semanas y era oficial: me había enamorado de él, se convirtió en mi último pensamiento del día y el primero al despertar. Deseaba tanto que él me dijera que siente lo mismo… Porque yo, jamás me atrevería…

El año seguía pasando y mi amor por él crecía, desde los días de los rumores, él y yo nos alejamos, incluso me cambié de puesto, antes, me sentaba junto a él, después, fui junto a mis amigas, al otro lado del aula. Me dolía tanto, me dolía tanto ese amor que cada día crecía más y más y más… Ambos actuábamos como que no nos importaba… Pero cuando de algún modo, nuestras miradas se encontraban, sobraban las palabras.

Esos ojos negros me lo gritaban: “TE AMO!”

A él le daba miedo mirarme, y todos me comenzaron a preguntar “¿Ya son novios?” Cómo me dolía esa pregunta…

Terminó el año y sufría tanto porque él, nunca me dijo nada. En vacaciones, me propuse olvidar lo que sentía por él. Y creí haberlo olvidado, cuando el segundo de bachillerato comenzó.

Ese año llegó un chico, a quien yo acabé gustándole!! se hizo mi mejor amigo y desde luego a Gabriel no le gustó nada la situación, así que decidió vengarse y buscarse a otra. Eso me hirió muchísimo, tanto, que en un impulso de idiotez decidí cambiarme de colegio… Fue horrible estar en ese colegio, todos hablaban de sexo, fiestas y cosas por el estilo, era tan diferente a mi querido colegio. Y mi niño de ojos negros, ¡Cómo lo extrañaba! Sin embargo, por asuntos del antiguo colegio, nos veíamos las tardes de lunes y martes. Con las miradas nos decíamos cuánto nos extrañamos, nadie nos podía separar esas pocas horas a la semana que nos veíamos. ¡Ya no podía mas! Tenía que volver a él.

Y así fue, el último año volví desesperada…

¡Y ese fue el mejor año! Teníamos que hacer prácticas por nuestra especialidad, lo necesitábamos para graduarnos… Nos dividieron a todos en grupos. Bendita maestra, nos puso a ambos en el mismo grupo! Era como un sueño, lo veía el día entero en el colegio y luego la tarde entera hasta casi la noche! Fue como si hubiéramos recuperado el tiempo perdido, eramos tan felices… Mi amor crecía y crecía cada día mas, él ya no lo ocultaba tanto, un día lo pillé preguntando desesperado por mí, le dijeron que estaba afuera y el salió corriendo a verme!

Pero el cuento de hadas se acababa, venían los exámenes de grado, teníamos que concentrarnos… Y una vez mas, nos alejamos… honestamente no tuve tiempo de sentirme mal por ello, tenía que graduarme… Y tanto fue así que de repente, el día de la graduación llegó. Todos eran felices y orgullosos, hasta que la ceremonia terminó, fue ahí que me dí cuenta que tal vez nunca más nos volveríamos a ver… Así fue :'(

He estado con otros dos chicos, he durado casi un año con cada uno, pero el recuerdo de mi Gabriel, sus ojos negros, esa voz tan profunda cuando me susurraba, su risa.. todo eso vuelve y me persigue como un fantasma que no me deja ser feliz. Me he mudado a otra ciudad para estudiar en la universidad y ahora esta distancia ha aumentado mi dolor, ya han pasado cuatro años y aún lo amo con todo mi corazón, y aún lo lloro.

Y solo sé que él tiene mi corazón, que no importa con quien esté yo, con quien esté él… Nuestros corazones gritan por estar juntos, pero la distancia y el orgullo nos han condenado… Mi Gabriel, mi amor. Te amo y te amaré por siempre.