Tengo que mantenerme fría

Yo no tengo seguridad pero sé fingir.

No sé cómo sentirme ahora, todos dicen que es algo que pasa, que debería pasar con alguien importante, alguien a quien “ames”. Pero ¿cómo saberlo? ¿Qué es el amor en verdad?

Lo conocía un poco, hace casi un año no lo veía pero definitivamente seguía obsesionada con él.
Casi todos los días, últimamente no tanto, lo “stalkeaba”. Tenía algo, algo diferente, que me hacía volver un poco loca. Tan loca como para irme de una reu a las 3 de la mañana desde La Molina, hasta algún lugar en barranco creo (alcoholizada obviamente), solo para poder verlo.

En el camino no había taxis, caminé como 30 minutos, sin saber dónde estaba, con la mayor determinación que he tenido antes, yo tenía que verlo.

Había conocido chicos como él antes; lindos, atractivos, graciosos, maduros, que transmiten una buena vibra. Y sí, besé a algunos, me gustaron algunos. Pero no como él.

Lo conocí en un bar que me encantaba, había ido tarde, me junté con mis amigas de la nada, no iba a salir, nada estaba planeado. Fue el destino. Yo no hablo con chicos así de la nada, soy muy tímida. Pero estaba con una amiga, la cual para esto era una experta. Fuimos al frente del DJ, yo quería bailar, mi amiga quería drogas. Le pedía a cada extraño si es que tenía, no tenía ni idea de cómo lo hacía con tanta naturalidad, como si fuera lo más normal del mundo, estaba realmente sorprendida.

Él estaba detrás de nosotras, nos vio y como todo “player”, nos saludó. Yo lo vi, era lindo sí, pero no me daba buena espina. Mi amiga le habló, yo me paré ahí, callada como siempre. Me introdujo, dijo mi nombre, él me saludó y siguió hablándole a ella. Yo sabía que iba a pasar algo entre ellos, así que me quería ir. Pero de alguna forma (probablemente fue el alcohol) me interesé en él. Le hablé, me abrazó, y todo fluyo. Mi amiga estaba esperando a su “gil”, por ende no le dio entrada a él para que pase algo. Rápidamente se olvidó de ella. Yo estaba borracha y seguí hablando con él. Nos presentó a sus amigos, me gustó más su amigo, el fotógrafo, pero al ser tan tímida, no supe cómo hablarle (gilearmelo).

Seguíamos hablando, bailando, pasándola muy bien. Hasta que mi amiga se fue con su gil, y yo había perdido rastro de mis otros amigos, me quede con él.

Él bromeaba con que se había enamorado de mí, como todo player haría. Yo me reía. Nunca me he enamorado de alguien, y sí, he sufrido por otros chicos. No quería ilusionarme, pero me encantaba por alguna razón.

Nos besamos, fue el mejor beso que me habían dado. Sentí todo lo que dicen del amor o deseo (no sé) un fuerte calor en el pecho, mis manos se acalambraban, y respiraba fuertemente.

Esa noche no pasó. Pero sí me hizo sentir cosas que nunca había sentido antes. Al día siguiente, después que me dejara en mi casa, desperté sonriendo.

Hablamos todo el día, y la semana siguiente. Hasta el fin  de semana. Donde pareció más distante. No respondía mis mensajes. Me ignoraba por largos ratos. Hasta que mis amigas me aconsejaron, es un idiota, un pendejo, solo quiere tirar, es mayor, no va a querer otra cosa.

Me desanimaron terriblemente, pero por un lado sabía que tenía razón. Le seguí hablando hasta que me aburrí de ser ignorada. Me habló a las horas, obviamente borracho. Quería verme, que estaba yendo con uno de sus amigos del trabajo, yo lo evadí, astutamente según yo, más bien parecía una loca amargada como siempre parezco. No es mi intención, así soy, es probablemente genético. Lo mandé a la mierda. Y se molestó obviamente, él sí era maduro.

Al día siguiente no le hablé, ni me acorde de él. Hasta que me habló. Diciendo que su amigo le había quitado su celular, que hasta se estaba gileando a su prima. De repente pensó que la había cagado y bueno yo le seguí la corriente. Desde ahí dejamos de hablar tan seguido.

Me lo encontré de nuevo en ese bar que tanto me gusta, nos besamos pero no fluyó tan bien la situación. Me fui con mis amigas.

Pasaron los meses y no me lo encontraba, no hablábamos. Yo no quería dar el primer paso, mis amigas me aconsejaban que me olvide de él, que es un idiota. Yo simplemente hice mi magia de stalkeo y averigüe todo de él.

Odiaba que tenga tanto control hacia mí. Normalmente a mí me gusta tener el control, aunque daño mucho a los demás. Pero me siento más segura y protegida de alguna manera. No quería estar lastimada, no quería terminar como mi familia, donde el divorcio y las peleas son lo normal.

Prefiero estar sola a pasar por algo así de nuevo y repetir la historia, como pasa siempre. Yo quiero ser la que rompa ese paradigma o esa tradición tan hasta el culo.

Aun así por alguna razón lo stalkeaba siempre, no sé si me había enamorado u obsesionado pero me daba asco y pena cómo me estaba portando. Ningún otro chico parecía suficiente para hacer que me olvide de él.

Yo siempre dije, no me voy a enamorar, es destructivo y siempre, pero siempre, acaba. Nunca el amor ha sido infinito, o saludable. Pero eso sí, es adictivo y mentiroso. Tan hipócrita como una droga, se siente bien, pero muy en el fondo te está matando de alguna u otra forma.

Logré olvidarme de él por un tiempo, me sentía más madura eso sí, también habían pasado muchos meses. Volví al bar, fin de ciclo, sin jalados, todo bien, perfecto. Hasta que lo vi, cruzamos miradas y me fue a saludar. Súper educado, eso sí. Mis amigas creo que lo odiaban, pero lo saludaron también.

Se fue, pero volvió mi obsesión. Lo busqué toda la noche, hasta que lo vi y me separé de mis amigas para ir a verlo. Decidida de mí, pensando que es el destino, siempre el destino. Pero era yo y mi insistencia. “Me lo encontré”, agarramos, y me llevó a mi casa. Pasaron cosas en el camino, pero yo no me sentía feliz, estaba “numbed” hacia la situación.

Quedamos en vernos, no quedó en nada. No lo volví a ver en mucho tiempo.

En Halloween, el mismo bar, ya me estaba yendo, estaba muy aburrida por la música que pasaban, simplemente odiaba la salsa. Estaba en la puerta esperando a unos amigos que estaban en el baño, lista para irme. Lo vi. Me vio. Instantáneamente nos besamos, no me importó nada, mis amigos desaparecieron de mi mente por un rato. Hasta que entré en razón y rechacé su propuesta. Y me fui.

En el momento me sentí muy bien, yo tenía el control, todo era diferente ahora. Hasta que me entró una clase de pánico, no sé qué es lo que era, pero le dejé un mensaje diciéndole que lo sentía y que quería verlo al día siguiente, no sé, para hacer algo. Fui una estúpida definitivamente. Me odié después. Me había vuelto una arrastrada, según yo, y bueno perdí el control de nuevo.

Él tenía todo el poder en mí, y yo estaba completamente obsesionada, no al punto de querer secuestrarlo (tampoco soy una maniática) pero sí al punto de dudar de mí misma, y sentirme cada vez más insegura y desprotegida, completamente desarmada.

Esa fue la última vez que lo vi. Hablábamos de vez en cuando, nada especial. Nunca nos veíamos de día, creo que su percepción de mí era un simple booty-call, como tantos que tenía ahí guardados en su memoria, tantos teléfonos de chicas lindas, modelos, perras, putas o bueno chicas que al final de cuentas eran exactamente como yo. Me sentía una más en la lista, y definitivamente no la encabezaba.

Stalkearlo todos los días era mi guilty pleasure. Sabía que estaba mal, que cada vez caía más bajo. Pero mi corazón al parecer no pensaba eso, o al menos no le importaba. No lloraba por esto pero sí me daba rabia cómo me portaba. Si mi mejor amiga hubiera hecho lo mismo que yo, ya la habría desahueveado hace tiempo, como lo intentó la mía. Pero yo creo que cerré mi corazón, no me permití sentir nada. Era necesario, no quería terminar destrozada. Como lo había intentado desde que supe que mis papás no se amaban.

Ese momento fue crucial en mi vida amorosa, me traumatizó, pero me hizo ver las cosas claramente, como son. Pero también me cerró la posibilidad de amar alguna vez en mi vida, o de arriesgarme sin importar cómo termine.

Tengo miedo.

No sé si seré lo suficientemente fuerte para esto.

Pero al perder mi celular y su número con él, todo cambió, me sentí un poco más libre. No tenía esa tentación de hablarle, ya no lo stalkeaba como antes. Pero me di cuenta que él no sabe nada de cómo me siento, y yo jamás sería lo suficientemente honesta con mis sentimientos para decírselo.

Tiendo a pensar mucho las cosas.

Es gracioso, pero probablemente esto es algo tan estúpido y luego, más adelante, me ría de este momento.

Tinder, jajá, esto empezó todo cuando decidí volver a bajármelo. Supuestamente para conocer nuevos chicos. Tener una nueva aventura, sin dar mis sentimientos en bandeja de plata.

Lo vi. Corazón, y match.

Sabía que eso pasaría, bueno es definitivo que le gusto físicamente, tampoco soy fea no? Algo le debió de haber gustado esa vez, o de repente simplemente quería concluir ese booty-call.

Yo le hablé. Ni siquiera fue una palabra en sí, solo una carita feliz.

Si no me respondía, lo odiaría por siempre y mi autoestima se iría al quinto infierno.

Me habló, y yo me derretí. Me pasó su número, y yo tan estúpida como siempre perdí mi confianza y lo agregué.

Quedamos en vernos, y esa noche, ese feriado labor day, pasó todo.

Esos últimos días, yo estaba abrumada por tanto trabajo que me dejaron en la universidad. Tenía un tiempo libre y justo había un tono ese día, de gays, perfecto, no se me iban a insinuar los chicos y podía pasarla bien, tranquila, con mis amigos.

Pero yo sabía que él iba a estar ahí. Su mejor amigo era el organizador, pero me mentí a mí misma de que eso no era importante, de que yo estaba yendo para divertirme, nada más. Si me lo encontraba, bien, pero si no, normal. Como había pasado cada vez que iba a ese bar donde todo empezó.

A la hora de la hora, las “amigas” con las que había quedado no respondían, me amargué horrible. Llamé a un amigo del cole, que es como mi mejor amigo, el mejor amigo que alguien podría tener. Me dijo, vente estoy en una reu en La Molina, yo vivo en Miraflores. Un mundo para llegar, pero él sabía que no tenía planes ya que todos me cancelaron. Yo no me iba a quedar esa noche en mi casa, aburrida y sola, no lo iba a permitir. Agarré mis cosas y me largué!

Sabía que era una locura, pero me sentía bien conmigo misma. Tenía el control, yo decidía y hacía lo que quería.

Hasta que le hable a él.

La cagué, me respondió, obviamente estaba en el tono. Yo sabía que mis amigos en la reu no iban a querer ir, pero a las 3 am, borracha, pude convencer a dos.

Nos fuimos, una hora para llegar, pero él me esperó, lo que me sorprendió mucho la verdad, porque habiendo tantas chicas a su disposición, él me quería. Me sentí bien por eso, pero aun así no sé porque no puedo confiar en él. En ningún chico, en verdad. Siento que todos me van a hacer daño, necesito cambiar, pero no sé cómo.

Llegué y naturalmente lo vi con una chica, él siempre estaba con una chica. Me vio y vino directamente a saludarme, ignorando completamente a la otra chica, me hizo sentir bien por un rato hasta que pensé que él muy fácilmente me podría hacer lo mismo.

Y bueno pasó lo que tenía que pasar. Pasó lo que yo quería hacer. Pasó lo que yo había esperado tanto para que pasara. Paso lo que él quería hacer desde hace mucho, mucho tiempo. No sabía cómo sentirme después. Todo fue raro, pero él fue lindo, y dijo lo que tenía que decir. Me sentí bien. Pero en el fondo una parte de mí, mi trauma, habló y me trastornó los pensamientos. Yo sabía lo que es rechazar a alguien, lo he hecho antes, me hizo sentir insegura, otra más de la lista, todo lo malo, de nuevo.

Tenía que botarlo todo y decírselo pero cómo podría hacerlo si no puedo ni contárselo a mi mejor amiga. Ella es la mejor, me ayuda en todo, yo trato de ayudarla pero bueno, ella es la de la experiencia en la vida. Da los mejores consejos pero yo no sé, no necesito un consejo, yo necesito decirle todo a él, todo lo que siento, pero cómo hacerlo sin parecer una loca, o espantarlo. Tengo que mantenerme fría, tranquila, fingir estar chévere, o que no me importa nada, porque bueno, eso es lo que la gente admira en los demás ¿no? la indiferencia, y la seguridad que se tiene.

Yo no tengo nada eso pero sé fingir. Fingiré hasta que pueda ganar la confianza que necesito ganar, o terminaré perdiendo todo, por mi culpa, a fin de cuentas.

¿Qué hago? No lo sé.

Join the Conversation

3 Comments

  1. says: jatch

    Amiguita es muy duro lo q t ha pasado!!! Se V q la vida no t ha favorecido muxo q digamos… tu corazoncito ha tenido q soportar tanto sufrimiento y aun Mas en el amor… los amores así siempre dejan huella… eso es lo normal, en momentos como estos solo razona.
    entiende q así como lo conociste en el futuro t vendrán mejores propuestas de mejores hombres… solo espero q no cometas lokuras… haste valer… xq en sí vales muxo y no dejes q algún estúpido venga a querer dañart .. para olvidarlo podrías no hablarle, ni sms, ni chatear con él..
    Al inicio será duro pero es la unik forma q lo sacaras d tu cabeza…suerte!!!!

  2. says: girl_12

    No tienes por que sufrir de esa manera, no tienes por que tener miedo de abrir tu corazón hacia los demás. Se nota que has pasado un mal rato, pero eso no significa que siempre va a ser así. Ten confianza en ti misma y re haz tu vida de nuevo. Siendo optimista contigo misma y darte a valorar y respetar como mujer. Tu puedes hacerlo!!

  3. says: CHV

    Hola, haz tenido dificultades en tu vida, a veces las personas dicen lo siento y tal vez no les crees, yo en serio de corazón te digo que te entiendo y lo siento. Pero debes saber que la confianza en ti misma es lo más importante, valorarte por lo que tú eres y haz logrado, quiérete. Después ya vendrán personas que te valoren y te amen. Con respecto a este chico, debes saber que todo puede pasar, puede que el chico valga la pena y te quiera de verdad o puede que no sea así. De cualquier forma hay riesgos, pero ya sea con él o con otro chico debes darte cuenta que hay riesgos y si quieres encontrar a tu persona indicada debes tomarlos y muchas veces el ser fría ayuda, pero esa capa de hielo que construyes puede ser un arma de doble filo, porque sí tienes razón las personas admiran a las que se aguantan el llanto y sonríen; pero a veces las lastiman por la misma razón. No te cierres a amar, ni al chico ni a tus amigos; pero sobre todo no te cierres al amor hacia ti misma. Saludos.

Leave a comment
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *