Etapa oscura de mi vida con dos luces al final del túnel

Es como perder tu identidad cuando te enamoras.

Mi historia comenzó un noviembre de 2007 cuando alguien a quien había conocido hacía unos tres años atrás volvió a mi vida, tiempo en el que hubo un intento de relación entre nosotros, pero en cuestión de un par de meses me convencí de que él no tenía buenas intenciones, ya que no atendía mis llamadas en fines de semana y, bueno, no dio señales de querer algo serio conmigo. La verdad yo no he sido aventurera en el amor, sólo había tenido una relación seria de siete años y unas cuatro no tan serias, contando ya con 31 años. Volviendo a 2007, no sé qué me pasó, yo tontamente atribuyo el hecho de enamorarme a que él volvió a buscarme e insistir en tener una relación conmigo. Como tenía desconfianza, le pregunté claramente si tenía algún compromiso y me contestó que NO y yo le creí, algo raro porque él es siete años mayor que yo y en mi país es raro que alguien de esa edad no esté casado, acompañado o por lo menos divorciado.

El punto es que llegué a enamorarme tan profundamente de él porque sentí emociones que nunca había sentido, esa sensación en que te fundes en un solo cuerpo y te sientes parte de otro ser es indescriptible. Entre altos y bajos mantuvimos una relación aceptable cada quien en su casa, él aparentemente vivía con la mamá y yo vivía sola en mi propia casa, hasta que en noviembre de 2008 ¡¡¡sorpresa!!! Quedé embarazada de mi primer luz, un precioso varón que adoro mucho y que con apenas cuatro años me fortalece con su madurez al decirme “mami no te preocupes todo estará bien”.

Desde ese momento las cosas cambiaron mucho, obviamente yo quería formalizar la relación, conocer a su mamá, que viviéramos juntos, ojo no quería casarme, solo quería sentir la seguridad y protección de tener al padre de mi hijo cerca de mí. Y así fue, pero ya juntos empecé a notar que él se ausentaba hasta dos días con el cuento que debía trabajar, claro por el tipo de trabajo que tenía era entendible y yo quise confiar en él. Pero cuando inventaba pretextos para no llevarme a conocer a su mamá entonces mis dudas y conflictos fueron creciendo más y más y decidí no insistir, quería que sucediera porque él así lo quería y no porque yo lo exigía (tonta enamorada verdad), pasó el tiempo y nació mi hijo, él estuvo allí para apoyarme pero más esporádico.

Una madrugada, sonó su celular, era un mensaje, lo agarré y me encerré en el baño a leer, bien, dicen que el que busca encuentra, así que allí pude darme cuenta que me engañaba con una secretaria del lugar donde trabajaba, empezaron los conflictos más fuertes, en un período de un año y medio nos separamos dos veces por aproximadamente dos meses cada vez, era todo lo que aguantaba lejos de él. Realmente lo amaba y aun sabiendo de su infidelidad me aferraba a la posibilidad que él un día reflexionara y se dedicara sólo a mí. Por eso le llamó etapa oscura, realmente no era yo, yo soy una mujer muy segura de mi misma, soy muy positiva, me tengo mucho amor propio, cuando recapacité me dolía más el orgullo herido que el hecho transcurrido,  me decía a mí misma, “como me pasó esto a mi edad, ni en la adolescencia fui tan tonta”,  ahora puedo decir que antes de él nunca me había enamorado de alguien.

En ese año y medio sucedió lo más inaudito, me enteré que él tenía una relación formal con otra mujer y que tenían un niño que había nacido un año después exactamente en el mismo mes que mi hijo, y aun así continué con él unos dos meses más, casi ni teníamos contacto físico y qué creen, en esas pocas veces volví a quedar embarazada, pude haberlo evitado pero nunca pude optar por un método de planificación, me causaron grandes problemas de salud, porque antes de tener a mi bebé nunca los había utilizado, solo el “ritmo”. Pero bien, llegó mi segunda luz que es una preciosa niña que ahora tiene dos años y me da tanto amor que me hace olvidar todo el dolor que me hizo sentir él.

Cuando tenía tres semanas de embarazo (eso lo supe después) me enteré siempre por su celular que tenía contactos frecuentes con cuatro mujeres, con las cuales por sus textos claramente se notaba que había algo más que una amistad, ese día le dije que NO iba a permitir más esa falta de respeto, y en ese momento él empezó a arreglar maletas para irse y yo sentí que me arrancaba el corazón y no lo deje marcharse, después entendí o al menos eso quiero pensar que era porque tenía su sangre dentro de mi ser, una semana después me enteré que estaba embarazada y llegamos a un trato, que me apoyaría solo durante el embarazo y que después se iría de casa. Había llegado a generar tal dependencia de él que yo ya no manejaba, mi carro pasaba estacionado en la cochera, él me llevaba y traía de la oficina. Eso es horrible, es como perder tu identidad cuando te enamoras.

Cada mañana y tarde lloraba en el camino, él ya no dormía en casa, sólo llegaba a traerme y a dejarme, aguanté solo un mes más, y una mañana pensando en el bienestar de mi bebe pensé que no era saludable para nadie seguir en esa situación, tomé la decisión más difícil que he tenido que tomar en la vida, le dije que ya no regresara por mí y no me creyó, por la tarde cuando me llamó para decirme que ya iba en camino a traerme, le dije que ya estaba llegando a casa, había tomado un autobús de regreso a casa.

Desde entonces, ya hace dos años y siete meses, puedo decirte que no me arrepiento, fue difícil, lloré mucho hasta que desahogué todo lo que pude, cada día me repetía “si logras superar el embarazo sin él, puedes estar segura que ya no volverás a entrar en ese círculo vicioso”.  Gracias a Dios puedo decir que lo superé, sólo me queda tener la sabiduría para orientar a mis hijos. Él les ayuda económicamente, pero no los visita, eso es algo que quiere hacerlo así yo nunca se lo he impedido. A veces me llama y me dice que quiere volver y quiere manipularme diciendo que de esa manera estará cerca de los niños. No sé si soy egoísta por no sacrificarme por mis hijos, pero nada me garantiza que él pueda ser un buen padre para ellos.

Pensarán que fui súper tonta, lo acepto, pero saben qué, yo lo he perdonado, él es y creo será el amor de mi vida, hasta que no haya otra persona que me haga sentir el mismo amor intenso que sentí por él. Al final lo dejé irse de mi vida aún amándolo, pero descubrí que más me amo yo, claro a mis hijos mucho más. Son la luz que iluminan mi vida. A veces me siento sola, pero rápido me recupero viendo a mis hijos, ellos están gozando de mi total atención. El tiempo que me queda libre de mi trabajo trato de dárselos con calidad.

Sé que hay alguien por allí esperando por mí, no lo conozco pero presiento que volveré a enamorarme, pero ahorita todavía estoy concentrada en mis hijos, ya llegará el momento adecuado. Gracias por leer esta historia, que estoy segura no soy la única que ha sufrido por amor.

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6 Comments

  1. says: veronica

    mmm cierto a veces x amor llegamos a hacer cosas q ni nosotros mismos creeríamos,, asta el punto de perder nuestra identidad,, lo q hacemos x amor … duele cuando aceptamos q debemos alejarnos de esa persona,, pero no se acaba la vida.. 🙂

  2. says: andrea

    Tengo 13 años pero se lo k es amar a una persona de una manera k moririas por el si fuera necesario y el no aria ningun sacrificuo or ti ni sikiera siente amor por ti solo me keria mara lo k me keria y yo tonta lo savia pero no keria aceptarlo pensava k acabaria keriendome pero con muy buenas amigas lo supere no puedo mentir si digo k aun lo e olvidado pero no lo kiero tanto como antes

  3. says: Anita¡

    Las historias de amor me apasionan muchísimo me encanta leer todo lo que publican. Yo gracias a dios tengo una hermosa relación y ese chico es mi todo!

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