Ella era el motivo de mis alegrías

Debo acostumbrarme a verla como sólo una amiga.

Sé que se preguntarán qué hace este tipo de historia aquí, espero no les moleste, pero por lo menos yo sí me clavé. Soy una chica, la cual se enamoró de una chica, daba todo por ella, un día decidí agregarla a Facebook, todos los días siempre hablábamos, no había día en el cual no habláramos.

Una se extrañaba y la otra también, era tan hermoso todo esto, simplemente una de las mejores sensaciones de la vida, sinceramente, si pudiera volverlo a hacer lo haría con cautela. Ella venía a mi casa, platicábamos, y después había momentos en los que nos abrazábamos y nos decíamos cuánto nos queríamos, lo mucho que anhelábamos estar juntas, ella tenía novio, bueno, tiene, yo tuve que alejarme de ella, su chico podía sospechar, y yo no quería que por mi culpa ellos dos terminaran.

Entonces un día ella llegó a mi casa, yo no la esperaba, y me sorprendió que ella llegara, me alegró el día, yo me sentía realmente mal, entonces nos sentamos en la orilla de mi cama, y ella también, comenzamos a pelear por una tontería, y en eso me volteó y la besé, fue lo más hermoso que pude haber hecho, después de eso, ella siguió con el beso. Fue lo más asombroso que pude haber experimentado por toda mi vida.

Ahora, por cosas del destino, decidimos dejarnos en paz, separarnos, callarnos este amor que nos tenemos, ese cariño, esas ganas de vernos, besarnos, abrazarnos, etc. Simplemente ahora mi vida no tiene sentido, de todos los días hablar, ahora solo me acostumbro a un “Buenos días” “Ten un lindo día” “Cuídate mucho”. Es tan dolorosa esta situación, pero la vida me la quitó, la verdad, ella era el motivo de mis alegrías, sin ella no estaba completa, hace días me mandó un mensaje a Whatsapp, me sacó tanto de onda, y sonreí como una completa idiota, esa sonrisa, esa sensación que hace meses se había apagado renació cuando recibí su mensaje. Y ahora debo acostumbrarme a verla como sólo una amiga.

 

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1 Comment

  1. says: Nana

    Así es, es una historia tan común y real, y aunque nos acostumbremos a alejarnos, una simple llamada, un mensaje o una sonrisa, logran que los sentimientos florezcan… paciencia amiga, mucha paciencia 🙂

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