El primer beso que nos dimos Fernando y yo fue en la playa. Nos habíamos conocido unos días antes cuando yo veranaba con mis amigas, él con sus amigos, y habíamos coincidido durante toda la semana en la playa. Todos los días hablábamos algo, alguno de sus amigos con alguna de mis amigas, siempre haciendo el tonto unos con otros, eran todos muy graciosos y lo pasábamos bien, aunque a mí el que me gustó desde el principio era Fernando. Lo veía un chaval gracioso, guapo, no demasiado vacilón como alguno de sus amigos pero sí muy simpático.
Después de vernos esa semana en la playa coincidimos por la noche en una discoteca. Estaba moreno y guapísimo, más guapo que ningún día. Así que dije… ¡a por él! Fui a saludarlos y directamente le saqué a bailar, es que me encantaba… Estuvimos toda la noche bailando y riendo, una amiga mía se lío con un amigo suyo, y nosotros seguíamos bailando… Cuando salimos de la discoteca ya había amanecido!! Me propuso ir a desayunar y ya nos separamos de nuestros respectivos grupos.
Hacía una mañana super buena y nos fuimos a una terraza que había en el paseo, desayunamos como marqueses, cómo me gustaba Fernando!!! Me hacía reír y tenía conversación, era un tío interesante!! De camino al apartamento donde yo dormía con mis amigas decidimos mojarnos los pies en el agua fresquita de la mañana, y nos metimos un poco en el mar, empezamos a hacer el tonto y terminamos besándonos… fue el final a una noche perfecta!! Y todavía nos quedaba una semana ahí!!! Así que la disfrutamos a tope, pasábamos el día en la playa, con mis amigas, sus amigos, hicimos mucha piña todos, por la noche salíamos y lo mejor de todo fue la última noche, que me mandó un mensaje antes de salir y me dijo: ponte guapa!! Así que me arreglé y cuando me vino a buscar me llevó a un restaurante chulísimo!!! Cenamos, bebimos vino, nos lo pasamos genial, y terminó durmiendo conmigo en el apartamento con mis amigas, fue una noche PERFECTA!! Muy de “amor de verano” pero super bonita, ya hace muchos años de eso, pero lo recuerdo como algo muy especial.
Al día siguiente ellos se marchaban a su ciudad y nosotras a la nuestra, nos despedimos y cada uno por su lado. ¡Tenía que ser así para que me quedara ese buen recuerdo de Fernando y nuestro amor playero!
