Todo comenzó en el 2012

No podía creer que el chico más lindo de la escuela me pidiera a mí...

Cuando tenía 14 años, ya casi 15 entraba al 4to año de la secundaria. Era un año más, la verdad que no esperaba nada nuevo o nada que me cambiara, pero sin quererlo ni pensarlo pasó. Como siempre está el chico que es el más lindo de la escuela, y como para mí era algo inalcanzable no me importaba, no solía prestarle mucha atención, capas que pasaba por al lado mío y no lo registraba. No me acuerdo exactamente ni el día, ni el mes en que un día me hablo a Facebook y mi cara se transformó en una expresión de alegría y mi corazón empezó a latir fuertemente. No lo podía creer que me estaba hablando. Era re buena onda, siempre me sacaba tema y no nos aburríamos de hablar, y un día me pidió si no le daba un beso, yo no sabía qué hacer, si decirle que si o hacerme la difícil, obvio que no me aguante y le dije que sí. Él quería que sea en el recreo pero yo no quería que nos vieran todos, pues yo soy muy tímida y me daba vergüenza, entonces quedamos que iba a ser a la vuelta de la escuela antes de entrar, no me acuerdo si paso al otro día o días después pero paso. Y a la noche me hablo y me pidió mi número, en ese momento se usaban mucho los mensajes, entonces vivíamos todo el día y todos los días hablando, no había momento en el que no habláramos. Siempre nos mirábamos y nos sonreíamos, como coqueteándonos.

Resulta que él vivía cerca de mi casa entonces quedamos en que me esperaba en tal lado para ir a la escuela y también volvíamos juntos. Empezamos a conocernos y a pasar mucho tiempo junto. Llego mayo y yo estaba por cumplir 15 años, resulta que ese día estuvimos hablando y en ningún momento se acordó de que era mi cumpleaños, ni aunque Facebook lo dijera. Yo estaba decepcionada pero se zafo con la excusa de que era colgado y bueno lo deje pasar y seguimos como si nada (esa era una señal supongo). Después empezamos a mostrarnos por todos lados, pasábamos tiempo en los recreos y la cosa se estaba volviendo más seria. Y bueno un 21 de mayo me pidió que fuera su novia y ni lo dude estaba tan feliz. No podía creer que el chico más lindo de la escuela me pidiera a mí, justo a mí para ser su novia! Yo no entendía que es lo que veía en mí, pues era la más tímida, no hablaba mucho y no solía destacarme pero él me decía que siempre me miraba en los recreo y que no pensaba que yo le daría bola, y que a medida que me fue conociendo se dio cuenta de que no era como las demás, que en realidad nunca lo pensó, pero que a medida que me conoció lo pudo comprobar. No éramos muy celosos, nos revisábamos el celular pero cosas normales, nunca nos enojábamos porque no encontrábamos nada raro, capas que algún otro mensaje pero desviejamos que nunca borrábamos.

Era raro porque al principio era todo lindo, pero después empezó a ser todo raro, no sé yo empecé a conocerlo a saber cómo era y digamos que nos aburríamos pero ninguno decía nada, el tenia actitudes feas que yo siempre me baque por el simple hecho de no pelear. La rutina nos estaba matando pero cuando le decía que venga a mi casa o yo proponía hacer algo él se negaba, después me enteraba que se iba a jugar a la pelota con sus amigos, ojo que si le decía que estaba sola si lo hacía. Yo me banque eso un tiempo.
Resulta que llegan las vacaciones de invierno y me voy con mi familia. Me acuerdo que a la noche siempre me quedaba sin batería y como quería seguir hablando con el me quedaba al lado del enchufe muriéndome de frió hablando con el hasta que alguno se durmiera. Lo que hacía por amor! Y bueno terminando ese viaje, parece que los dos quisimos aguantar pero no, los dos al mismo tiempo nos dijimos que ya no podíamos estar juntos, ósea que no era lo mismo que al principio. En ese momento estaba bien, capas que se me callo una que otra lagrima de cocodrilo pero nada grave.

Terminaron las vacaciones y nos cruzábamos en la escuela pero ni siquiera nos mirábamos, yo después de eso no iba a hablarle más, o ese era lo que pensaba. Resulta que un día me volvió a hablar y en mi cara se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Volvimos a las andanzas de siempre, pasábamos todos los días juntos era lo más lindo estaba feliz. Pero a la vez estaba como que enojada, porque a lo largo de todo ese tiempo me habían pasado cosas que me hubiera gustaba sentir su apoyo, pero como no era muy demostrativo yo me llevaba por eso y lo dejaba pasar. Después de largos meses de estar juntos decidimos volver a darnos una segunda oportunidad, no llegamos ni al mes, pero después de eso nos seguimos hablando.

El ese año terminaba la escuela. Y como todos los días nos íbamos caminando juntos, entonces yo le pregunte que quería de mí, como iba a seguir esto y llegando a mi casa me dijo algo que nunca hasta el día de hoy me acuerdo y me lastiman “Yo ya voy a terminar la escuela, y voy a tener que trabajar y no voy a tener tiempo para vernos, va a ser mejor que lo dejemos acá”. Mi corazón se destrozó y mis lágrimas a punto de salir, pero no iba a dejar que me vea llorar. Yo quería irme pero en ese entonces me dio un beso, que lo sentí como el beso más feo que di, no es que estuvo mal ni nada, pero sentía tanta angustia y tanto dolor con ese beso. En fin lo solté, ni siquiera lo mire y me fui.

Yo ya había dado por terminado mi relación con él en ese momento, conocí más gente y él no me importaba. Pero fue solo cuestión de meses para que me llegue un mensaje a mi celular, me acuerdo perfectamente la hora, me desperté a las 8 de la mañana en vacaciones y vi un mensaje del (me lo había mandado a las 5 am) yo un poco más saltaba en una pata. Le conteste en ese momento y hablamos poco y nada, después con el tiempo fuimos hablando más y más. Estuvimos 3 años así me dejaba, y al tiempo me volvía a hablar SIEMPRE. Yo ya estaba acostumbrada a eso, no entiendo porque siempre le contestaba, pero me encantaba hablar con él y pasar tiempo con él, llámenlo amor o no pero me hacía tan feliz. Sin darme cuenta de que me usaba para cuando se acordaba de mí, lo peor es que siempre estuve con él, me decía exactamente lo que quería escuchar y yo me tragaba su cuentito. A él le molestaba si yo estaba con alguien o si salía, pero si le decía que lo quería ver nunca podía. Él se aprovechó de mí, pero yo fui la que dejo que lo haga.

Bueno resulta que hace unos meses lo salude para su cumpleaños (como siempre la tonta estando siempre) y me salió con que estaba conociendo a alguien y que era mejor que cada uno tomara su camino. Yo sabía que estaba con alguien, pero pensé que era algo pasajero, porque en el tiempo que no estábamos juntos cada uno andaba en la suya pero nunca nos lo dijimos porque no era nada serio. Pero cuando leí esto me sentí tan mal, me destrozo como nunca. Entendí que capas que me quiso pero a su manera y que yo desde ese día que me dijo esa frase que me hizo tan mal tendría que haberlo dejado. Nunca llore tantas veces y tanto por alguien, nunca alguien me hizo sentir esa sensación de querer darlo todo por alguien aunque él no lo haga por mí, nunca nadie me hizo regresar tantas veces por más dolor que me haya causado. Lo peor es que aún lo espero y no puedo lograr conocer a alguien, suelo rechazar a todo aquel que quiera acercarse a mí. Siempre espero que me vuelva a hablar, pero espero que si alguna vez lo haga sea yo la que del punto final. Mi familia ni mis amigos lo quieren, siempre que les hablaba de él no podían creer como era que a pesar de todo vuelva a estar con él.

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