Sin edad
byTuve que dar muchas explicaciones y pelear mucho por defender lo nuestro.
Elena me hizo pasar los dos meses más intensos que había pasado nunca.
Reconozco que no lo hice muy bien, que tenía que haber sido más valiente y consecuente.
Nos vimos, nos dimos un abrazo y supimos que todo estaba bien.
Cada vez me hablaba más y parecía como que hacía por encontrarse conmigo por la oficina.
Ese verano, el de los 17 años, fue en el que Almudena y yo nos descubrimos.
Hacía una mañana super buena y nos fuimos a una terraza que había en el paseo, desayunamos como marqueses.
El ritual de los martes se repetía semana tras semana y fuimos añadiendo, también, visitas a la habitación de mi abuela.
Tengo 56 años, estoy casada, tengo un hijo y hace diez años que tengo un amante bastante más joven que yo.