La media naranja

Su cabello dorado como la lluvia de Zeus al enamorar a Europa me hipnotizaba, me aturdía...

Cuantas veces nos hemos preguntado si existe nuestra media naranja? en realidad yo creo que no existe, yo estoy seguro que el amor se puede respirar, se puede tocar, se puede comer, se puede escuchar.

Desde que era muy pequeño me di cuenta que me encantaban las mujeres, pero me encantaban más las princesas de Disney, raro, ¿no creen? Pues no soy gay ni nada de eso, simplemente me hubiera gustado ser un príncipe al estilo de la bella durmiente, o encontrarme a una mujer guerrera que me rescatara de las feroces fauces de un dragón, no es que yo sea un debilucho, de hecho entreno lucha libre y soy un atleta, sin embargo, siempre busque mujeres fuertes e independientes, y con respecto a esto comenzare:

Hace 7 años pude entender por qué un hombre no puede manifestarse débil ante una mujer, pues estas son crueles al saberse dueñas de un hombre con músculos como yo, esa mujer me encantaba, me fascinaba y quería cuidarla quería protegerla y nunca dejar que le hicieran daño, una mujer tímida, introvertida y sobre todo yo la amaba, éramos compañeros en la universidad y siempre la veía con un chavo un poco estúpido y lleno de machismo, la hacía llorar, la hacía no tener amigos, y las groserías estaban al pie de su relación, solo con verla podía saber que el cielo estaba a mi lado y amanecía, mientras que su mirada perdida en el pizarrón que parecía analizar los cuadros mentales que los profesores escribían yo solo podía decir que ella era lo mejor de mi vida… y aún era solo una compañera, sin embargo, mi corazón latía con fuerza y me emocionaba con solo verla y decirle “hola, como estas” su cabello dorado como la lluvia de Zeus al enamorar a Europa me hipnotizaba, me aturdía y me hacía soñar que estaba en sus brazos, yo solo quería ver la luz del sol en sus ojos, y fue la razón por la cual con paciencia, espere 4 años para que fuera mi novia, fue en un mcdnls donde por primera vez me dijo “si,, si quiero ser tu novia” y me besó, fue el beso más apasionado que había dado en mi vida llena de poesía, canciones, cuentos de hadas y lucha libre, y me eleve por sobre la humanidad, yo era feliz al tener a mi ninfa, causa de miles de canciones que escribí y miles de poemas dedicados a esta mujer delgada, bella, con ojos hermosos y boca de sandía, con tez tan blanca como la leche y una nariz que se antojaba besar de a poquito.

Le entregue mi corazón, mi mente y mi ser, sin saber que estaba entregando mi amor a una valkiria insensible, la cual me utilizaría para sus fines personales, así como para destruir mi imagen frente a mis amigos, cuando la besaba mis pies no tocaban el suelo y mis manos podían tocar el cielo, sus ojos claros como la miel semejantes a dos joyas hermosas me veían con una ternura inexistente pero que solo yo podía ver como la mirada más amorosa del universo entero, le di mi vida y mi dinero, jefe, aun así, cuando encontré un trabajo decoroso, ella, mi ninfa de inspiración nocturna se iba, me dejaba por una vida llena de comodidad, su mirada se tornó azul y fea, sus lindos cabellos fueron la misma imagen de la Gorgona y me quede petrificado cuan víctima de la medusa al saber, que mis amistades ahora veían en ella a un ángel y a mí me transformaron en el demonio inexistente cruelmente tachado de un villano que nunca podre ser, ella como como así la nombro, me marco la vida, me utilizo y me desfalco, ahora felizmente casada le recuerdo y envío un beso, solo para que ella sea feliz, y que nunca le vean sufrir, que sea dichosa, que sea plena y exitosa, que nunca sufra y que su historia de amor tenga el final de película deseado por muchos y otros tantos. Han pasado siete años ya desde el dolor más infame que pude haber sentido, y a mi lado existe una mujer la cual al verle, me hace sentir bendecido, mi novia hermosa, mi bella diosa de la montaña, esa mujer a la cual yo le daré toda mi vida, ella no mira como dos joyas, pero me mira con el amor más puro y sincero que nunca pude imaginarme, ella no me protege ni yo la protejo, espero ella me apoya, me llama cuando existe un contratiempo y sobre todo, me deja cantarle al oído tanto como yo pueda cantar, ella que no tiene el cuerpo perfecto pero que me hace sentir perfecto, ella que despertó en mi al hombre apasionado que había quedado en un limbo perdido, mi diosa de la montaña que ha hecho de mi al hombre y no al soñador, mi hermosa diosa mi preciosa novia mi gran amor, mi diosa que ha sanado mi corazón con palabras sencillas, no necesita un título, no necesita ser importante frente a los demás, solo basta con que tenga el título de mi esposa y sea la pieza más importante en mi vida, y yo,, que puedo decir de mí,,,,,, yo solo sé que encontré mi felicidad y no dejare que se vaya nunca más, ahora yo soy el barco y ella mi capitana y los dos llevaremos nuestras vidas a puerto,,, donde nuestra felicidad y nuestro amor será eterno,, la media naranja nunca existe, solo existe el amor verdadero y nada más…..

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