Historia sin fin

Desde el primer momento en que la vi me enamoré de ella.

Aunque parezca raro o suene a novela, creo que desde el primer momento en que la vi me enamoré de ella.

Todo empezó un día 8 de julio, no sé cómo ni sé el por qué, bueno el por qué sí lo tengo en cuenta, sin embargo aún no lo contaré; fue un día tan normal como aquellos en los que despiertas y te dispones a bañarte, a ir a trabajar, a ir de compras, así fue como pasó, ese mismo día me tocó ir a trabajar a la ciudad de Obregón, total era parte de mi trabajo, yo vivía en Los Mochis Sinaloa., ya hace unos meses atrás, retomando la idea, me subí al coche y manejé 232 kilómetros para llegar a Obregón donde todo pasaría, como era costumbre, yo me alojaba en un residencial dentro de una institución educativa que con apoyo de varios amigos, yo obtuve algunos contactos con los cuales podría disponer de alguna habitación para mi semana de trabajo, sin embargo, jamás esperé que ese día era el inicio de un inicio que llevaría a otro inicio, luego lo entenderás.

Llegué a las instalaciones y suavemente me bajo del automóvil, me dispongo a entrar a las oficinas donde hacen la logística para las habitación y me topo a primera vista con la recepcionista y a su lado una linda señorita, la podría describir pero no encuentro adjetivos más exactos y precisos para decirles que era como un eclipse de sol al lado de la playa con música de viento con un fresco aroma a brisa del mar, está bien, creo que ya entendiste el punto es que es hermosa, de pies a cabeza, transcurrían los minutos y no podía de dejar de admirarla, la verdad, mi mirada era un poco más allá de lo que un hombre normal podría observar, creo que definitivamente tengo memoria fotográfica, aún recuerdo las zapatillas, el pantalón, y hasta la blusa que usaba, en ese momento nos tomamos de las manos y nos besamos, a no, eso no pasó, pero eso pasaba en mi mente.

Caminamos hacia la habitación en la cual me alojaría, en ese momento me elaboraba un CHECK-IN de las cosas que estaban registradas en el cuarto como parte de su trabajo e inventario que ellos manejan, el momento fue preciso y exacto para entablar una pequeña conversación que al final de cuentas creía yo que no llevaría a nada, pero no dejé de por medio cualquier duda y lo intenté con pequeñas preguntas y pequeñas respuestas, todo pregunta típica que uno hace cuando llega a una ciudad nueva, lo curioso es que yo ya tenía más de seis meses viviendo en Obregón y por supuesto ya sabía las respuestas.

¿Qué se come por aquí?, ¿Aquí dónde se divierten?, etcétera, hubo un intercambio de risas y chistes no más allá de un ligero coqueteo en forma infantil, ya imaginarás cómo era, sin embargo, no era ningún argumento ofensivo ni mucho menos indiscreto. Solo quedó como algo cómico y como a la señorita tiene la gran habilidad de convertir una frase en una bobada y una bobada en una babosada, fue ameno ese momento.

Así pasó el primer día, solo con un pequeño momento, como es bien sabido hoy en estas fechas las redes sociales hacen de nosotros una red de amistades y como anteriormente comentaba algunos amigos habitaban en esta residencias, tomé parte de mi ingenio y pregunté por ella sin pelos en la lengua, pedí su Facebook, y para ser precisos le mandé un Inbox esa misma noche, con un seco y amistoso “HOLA”, no tuve respuesta hasta el día siguiente, la cual me respondió de la misma manera, eso pasó un día 9 de julio y hasta la fecha creo que no hemos dejado de parlar… día  a día, Fin!

No aún no termina, cómo es que nació, creció y resucitamos esto que llaman ¡amor! Ahora voy a contar el contexto de las ambas partes de manera exterior, y solo hablaré de mí porque no puedo hablar por las demás personas, o ya no acostumbro a hacerlo,.

Yo mantenía una relación de casi cuatro años ya con planes, estaba en trámites completos a un compromiso, ya tenía fecha de boda, vestido, salón, invitados. Y todo lo necesario para celebrar un momento especial para dos personas enamoradas, sin embargo, este no era mi caso. Solo era un momento en que todos hemos pasado el miedo al miedo o confusión, por parte de ella tenía una relación estable, demasiado estable, de tres años, aun no con planes en puerta pero sí elaborando un plan a futuro.

Siguiendo con la “Historia sin fin”, pasaron no más de cuatro horas después del primer “Hola” y seguíamos conversando, realmente no recuerdo de qué, pero de seguro le estaba coqueteando, es que es algo que no puedo dejar de hacer hasta la fecha, el primer día no me animé a invitarla a salir, ni a cenar, ni a nada, solo era una plática como todos deseamos tener amena y tranquila, ella aun no decía que tenía pareja ni yo que estaba comprometido, al fin de cuentas para una amistad jamás llegas mostrando el precio, creo yo!

Llegó la hora de dormir, medianoche, y qué crees, seguíamos platicando y por supuesto yo seguía coqueteando, hasta que fue el día siguiente cuando todo el día platicamos y por fin me animé a invitarla a salir, a pasear o hacer algo solo para verla de frente y platicar con ella y aceptó, fuimos a un parque a platicar, solamente nos sentamos en una banca blanca las típicas de un parque, pasamos horas y horas platicando, obviamente para ese momento yo ya dejé de coquetear, ya que no solía hacerlo de frente, solo sé que ese día observé detenidamente lo lindo que era su perfil. El tono de su voz se me hacía un poco raro pero encantador, hasta los gestos para hablar eran totalmente nuevos para mí, que al final de cuentas sigo enamorado de ellos, pero así pasamos los primeros días, platicas continuas, charlas amenas, hasta un jueves cuando nos destapamos y los dos comentamos que yo estaba a punto de un compromiso y ella con su pareja, no pasaba nada, solo platica.

Al día siguiente la invité a comer con el pretexto de que ya no volvería, lógicamente ella aun no sabía cómo era mi ritmo de trabajo, en ese momento le pedí de manera muy amable y cortés que me diera el número de su Whatsapp, bueno, la verdad es que solo le dije “dame tu wassa” como es parte de esto las bromas nunca quedan de fuera, y las risas y carcajadas que me nacen al estar con ella son totalmente espontaneas, hasta hay veces que me avergüenzo de mi escandalosa risa, pasamos la hora de comida, creo concluir que desde ese momento puedo declarar abiertamente que me enamoré, no pasaron más de dos horas cuando yo ya iba de camino a mi ciudad a descansar y a ver a mi pareja que extrañamente se me había olvidado, aunque parezca feo y extraño así fue.

Pero el trayecto de esos 232 km que como era habitual no dejamos de platicar, solo los momentos en los que estábamos con nuestras parejas esas dos, tres, cuatro horas que pasábamos con ellos nuestros celulares guardaban silencio, como bien sabes esto de las redes sociales y esto de la tecnología acerca mucho a la gente o de plano la aleja.

El primer fin de semana transcurrió igual sin algún detalle pero sí con demasiada comunicación, los cuentos, las risas, los chistes eran de día a día. Hasta que un día dentro de todas esas bromas, juegos, celos, le propuse que fuéramos novios de whatsapp, lo que hoy conocemos yo y ella como “Wappvios”, lo que no era nada extraño ya que años atrás eran mayor conocidos como cibernovios, en ese momento di por hecho que ya éramos como nosotros decidimos ser “Wappvios”, siempre imaginando y creando historias de amor en un mundo irreal dentro de una plática de whatsapp, todo cualquier coqueteo o cualquier palabra de amor tenía que llevar el “app” ante todo, como “appmor, noviapp”.

Después de esta etapa nos volvimos un poco más cercanos, nuestras conversaciones dentro de todas las idioteces que decimos y el mundo surreal que manejábamos, tenemos una familia complementada por dos niños, de edades similares (Ernesto Santiago y Daniel Sebastian).

Al paso del tiempo nunca dejábamos por fuera nuestra relación de whatsapp, y así pasaron los días, y cada vez era más grande el cariño, tanto que empezábamos a sentir algo de culpa, pero no tanta ya que los dos teníamos la idea firme de que seguiríamos con nuestras parejas y vidas tal cual las estábamos planeando, que solo el estar juntos era como un momento de distracción, nada formal, solo una pequeña persona que te aligera el día y hace amena las noches, tanta era nuestra idea que no pasaría nada más allá de una ilusión pero todo fue evolucionando hasta el día que literalmente nos desnudamos y nos contamos todas las historias que habíamos hecho, para engañar a parejas y personas, las mentiras elaboradas que hacíamos, y las mentiras que seguíamos haciendo.

Es ahí cuando mostramos nuestras armas de guerra al mismo enemigo, lo curioso es que los dos usábamos las mismas estrategias de mentiras y engaños para salirnos con la nuestra, creo que los dos estábamos en una relación en que el confort, la comodidad por no tener una persona celosa, una persona que nos sacara de nuestras casillas, y hacíamos de nuestra relaciones lo que nosotros decíamos o creemos que así era.

Pasamos de un buen día a una expresión sentimental disfrazada dentro de nuestro juego de palabras usábamos la palabra “taquitos” para declarar un te quiero, era tanta ya la necesidad de seguir en comunicación que el estar todo el día texteando por teléfono ya era algo cansado, hasta que adquirí un celular de la misma compañía telefónica de ella donde todas las llamadas entre la misma compañía eran totalmente gratis sin cortes de llamada, es donde aún más fue creciendo la emoción de mi parte, porque hasta la fecha no sé dónde ella se enamoró, era tanta la comunicación que ya se daba la hora de dormir y los dos colgados aun del celular, los dos con los manos libres puestos, dormíamos ella escuchando mis ronquidos y yo su lento respirar, cuando menos imaginaba despertaba cuatro, cinco de la mañana, y escucharla me hacía querer despertarla y si con un simple “shhh shhh shhh”, y como respuesta un tierno “ummmm”, sigue soñando hermosa, hasta despertar con el mismo sonido.

Fue así como en menos de 3 meses mi celular lleva más de 178 horas, y es ahí cuando los dos sentíamos que dormíamos juntos, pareciera muy cursi pero si te lo recomiendo es una bonita experiencia. Pasaron los días y las semanas y seguíamos en constante comunicación, hasta que llego el punto de quiebre para mí cuando un día cualquiera de esos con los que pasas con tus amigos para platicar, distraerte, embriagarte, era tanta mi emoción por encontrar a una persona similar a mí, en gracias, distracciones, pasiones y aficiones, que no contuve al calor de unos tragos, tanta fue mi euforia por contarles que me dejé llevar hasta el punto que varios me aconsejaron que no me casara de esa manera, si no estaba enamorado, pero sí lo estaba, pero no de la persona con quien haría mi vida.

Sin embargo, no pasó a mayores, dejé que el tiempo me llevara y descansé, era totalmente abrumarte demasiadas opiniones, demasiadas reacciones y presiones sociales para terminar lo que habíamos empezado un compromiso, yo aun estando en contacto empezó el pleito interno, entre lo que dice el corazón y la razón. Entre lo que quiero y lo que deseo, entre lo que espero y lo que anhelo. Fue un caos total todo un mes, hasta que se rompió mi compromiso, realmente no sé hasta dónde intervino este nuevo amor o hasta dónde lo dejé llegar, sin embargo, lo único que estoy consciente es que fue lo mejor que pude haber hecho, romper aquel compromiso, jamás negaré que aquella persona es una magnifica mujer, pero nuestro destino no era estar escrito en la misma página.

En momentos cruciales aparecieron las más grandes muestras de cariño que yo habré elaborado para alguien y fue cuando por primera vez sin más detalles, como un día cualquiera de esos en los que despiertas y ya estás pensando que pantalón usar, qué camisa, calcetines o bóxer, así desperté con las ganas de hacer algo que llamara la atención de ella por completo y fue así como con colaboración de mis amigos en la ciudad de obregón envié un hermoso arreglo de flores solo para ella, firmado con un “FZ”, lo cual se era una abreviatura a lo que hoy conocemos como “FRIENDZONE”, palabra usada en las redes sociales como la zona del amigo que describe al amigo que desea tener alguna relación con esa persona pero al mismo tiempo no tiene oportunidad alguna, fue tanto el modo familiar que en que usábamos el “FZ” que ya una más de nuestras frases para bromear dentro de nuestras platicas pocos ortodoxas.

Pasaron los días y seguía yo en contacto con quien ya no era para solo mi “appmor”, ya se había convertido en mi amor, los días pasábamos a escondidas de toda sociedad ya que ella aún seguía con su relación no teníamos más lugar que él se convirtió en nuestro lugar predilecto, un parque, ese parque donde todos los vecinos creo imaginar ya nos conocían, no había día que no nos viéramos ahí solo para conversar y jugar de tal modo que un día sin previo aviso empezó un momento inolvidable, cuando del cielo empieza a caer una ligera lluvia, por mi mente pasaba “aquí se rompió una taza y cada quien para su casa” y es con ella como es de costumbre asombrarme con sus maravillosas ideas, me pidió mi celular, cartera y me miró diciéndome “Nos bañamos en la lluvia”.

Creo que en ese momento me retrocedí en mi vida unos 15 años y empezamos a gozar de una fresca lluvia de verano, como ya han de imaginar entre juegos y abrazos, fue ahí cuando muchos de mis sentimientos aumentaron de manera espectacular hacia ella, cuando ella por el simple hecho de sonreírme de mirarme me hacía feliz y más con sus ocurrencia era totalmente genial, terminó la noche y pasamos un momento agradable, siguiendo los días como era de costumbre yo regresaba a lo que era mi ciudad, y si yo ya sin compromisos, ya entendía lo que tenía que hacer, era luchar por ella, fue cuando por una extraña razón empecé en una competencia sin competir, por aquella persona que sabía yo que tenía más para mí que solo platicas, risas, sino un gran poder para hacerme feliz, y fue cuando decidí de la misma manera elaborar algo que nunca me había nacido, algo que yo nunca había planeado, algo que jamás pensé que podría hacer.

Todo empezó un jueves por la mañana cuando vino a mi mente elaborar una excelente y elegante “cena romántica”, y fui así como me dispuse a conseguir los instrumentos necesarios para pasar una muy bonita velada, me dirigí a un centro comercial por unas copas de cristal, un vino rosado, unas velas, y por su puesto su arreglo de flores, al pasar del día seguíamos en comunicación yo intuyendo que sería una noche especial, llegó el día, el día que se abrirían las puertas de nuestro corazón y es ahí cuando todo se dio de manera maravillosa y espontánea, una cena que jamás habíamos tenido, fue tan romántica y tan especial que aún recuerdo el preciso momento en que ella vio la escena más hermosa que por mi mente había pasado, fue una ligera conversación entre vinos y copas, sin duda ha sido una de las mejores noches que he pasado.

Al día siguiente regresé a mi ciudad donde el sentimiento de extrañar a alguien se hacía presente, así pasaron los días aun conversando de día y de noche, por azares del destino, por raro que parezca a la semana que termina mi compromiso, también termina mi trabajo, y empezó lo que realmente era el reto viajar a la ciudad de Obregón para verla o hacer un plan para mantenernos juntos, yo ya sin trabajo, ya sin las posibilidades de económicas de viajar placenteramente para ir a verla, tomé unos días en mi casa con mi familia para dialogar algunos hechos, y fue cuando decidí venirme a trabajar a la ciudad de Obregón, claro me vine como dicen por ahí en “0”, sin casa, sin novia, sin trabajo, pero sí, eso sí, muy enamorado, lo raro es que no sé por qué tan enamorado porque ella seguía en pareja, pero sí con la fuerte idea de tener algo con ella, con la persona que había hecho de mí renacer el amor, cuando pensé que a esta edad ya no era más que solo interés, el solo hecho de buscar a la compañera de vida con la cual pudiera platicar, ver televisión y tener una agradable charla, fue ahí cuando ella me gritó a los cuatro vientos que aún se puede hacer y nacer sentimientos especiales aun cuando el barco este de las últimas podemos enderezar el camino sin miedo.

Fueron transcurriendo los días y este cariño era más inmenso hasta el día en que ya no pudo ocultar más su cariño y su relación se veía más quebrantada que cualquier balsa varada en el mar, y fue ahí donde fue que empezó lo que era el inicio de una hermosa historia, si lo anterior pareciera maravilloso, creo que hoy en día vivo uno de las mejores etapas de mi vida, entregándome por completo a una sola persona, viviendo por ella, por la que hizo de mí la mejor versión y es por ello que me entrego, porque tengo una de las mejores personas a mi lado, la cual me ha hecho brincar de emoción, gritar de euforia por amor, pensar que el amor fallecía a esta edad es una total aberración.

Y me retiro ya que en estos momentos me dirijo por ella para pasar un agradable día.

Continuará…

“El amor muere con el miedo en la cabeza de la gente que se limita a ser feliz”

Ernesto Acosta.

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12 Comments

  1. says: Tamara

    Me encanto!!!! Por el simple hecho de que lograste darme cuenta que en el amor todo se vale, se entrega todo!!! Quiero una historia igual a la tuya!!!

  2. says: Alondra...

    Sera Un amor real, Me identifico con su historia, Siento exacto que el amor nunca muere y siempre hay alguien en esta vida que te haga sentir nuevo, Que te haga sentir que entre los dos sigue y sigue creciendo el amor….. Felicidades.

  3. says: Luisaléns

    Simplemente hermosa, creo que muchos nos identificamos con esta bella historia y que esos pocos que vivimos situaciones como éstas, sabemos lo hermoso, lo mágico, lo dulce e inolvidable que son y lo feliz que nos hacen cada milésima de segundo que pasa, Felicitaciones sigue alimentando ese amor! todos en esta vida tenemos alguien por que luchar! un saludo.

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