El centavito

Me acosté en la cama y mirando al techo pensaba la manera de cómo resolver este problema...

Si no me equivoco fue en el mes de enero, habíamos entrado a clases después de las vacaciones de navidad y de fin de año, recuerdo que estábamos en clase de ciencias sociales donde la licenciada nos estaba dando un poco de historia, topamos el tema de la dolarización en nuestro país en qué año se dio y con qué presidente.

Vale la pena recalcar que siempre en mi vida de estudiante me gusto sentarme en los últimos asientos del curso porque ahí podíamos conversar más y armar el relajo en fin…… estaba con el Esteban burlándonos de nuestros compañeros, poniéndoles apodos, etc.

  • – Oye mírale a la Cabezas
  • – Pasa solo riéndose – Dije
  • – Simón…….. Parece el huaso de Batman has visto – dijo Esteban
  • – Ha simón…….
  • – Oye vele la nariz de la licenciada
  • – Parece la de condorito – dijo Esteban

Sin poder controlar la risa solté una carcajada en una voz no muy alta, pero la licenciada me escucho.

  • – Haber usted señor – Me dijo la licenciada señalándome con el dedo
  • – Se ve que está bien interesado en la clase –
  • – Debe saber bien todo sobre la dolarización, para que se ande riendo –

Yo no dije ni una palabra estaba un poco asustada por lo que podía pasar minutos después, empecé a sudar y creo que me puse rojo y no tenía nada en la mente. La verdad no sabía ni de qué tema estaban tratando aquella clase.

– A ver si tanto sabe ¿dígame cual fue la fecha histórica donde el Ecuador cambio su sistema monetario, con qué presidente fue y a que moneda llego?

Me quede callado por varios segundos, estaba muy nervioso porque no tenía ni idea de lo que me estaba preguntando.

  • – Señor esto no es un circo para que se venga a reír acá –
  • – ¿Haber por lo menos dígame que moneda llego al Ecuador?

Sin saber que responder regrese a ver de manera disimulada al puesto de atrás con cara de ayúdame, donde estaba mi compañero Saiz,

Pero claro esta pedirle ayuda a él era el peor error que pude cometer, después de unos segundos me decía en voz baja el centavo el centavo, entonces respondí en voz alta el centavo, todo el curso se soltó en risas en especial el Saiz se cagaba de la risa, cuando todos se calmaron la licenciada me dijo

– Mire señor esta es la última vez para la otra le saco de la clase y me trae representante –

Desde ese día mi apodo era el centavo donde mis amigos me veían me decían ese apodo y a menudo me hacían bromas, la verdad si me molestaba que me digan así, en ese entonces tenía una novia mayor para mí con dos años, ella estudiaba en el colegio 10 de agosto se llamaba Valeria.

Lo que era a diario quedamos en vernos en el parque Italia después de clases, para acompañarle hasta su casa ya que ella vivía en coticilla, no le había contado sobre mi nuevo apodo pero un día cuando estaba en el bus fuimos con un compañero el mano estaba en 1er curso era un vecino de mi barrio se llamaba Diego, estábamos sentados en la parte de atrás del bus.

  • – Oye mi amor que tal como te fue en la prueba de química – Pregunte
  • – Más o menos mi vida – respondió Valeria
  • – Oye mírale a ese chico tiene unas orejas muy grandes –
  • – Si…… en el colegio le dicen rumbo – dije
  • Soltó una carcajada y me dijo
  • – Te amo – y me dio un beso
  • – ¿Oye serio a voz porque te dicen centavo? – dijo Diego
  • – ¿Cómo? – dijo Valeria
  • – Al Alex le dicen centavo ¿no sabría? –
  • – No sabía –
  • – ¿Por qué te dicen así mi amor? Me pregunto Valeria

Yo un poco disgustado con Diego por aquella pregunta que hizo, no quería que se entere que me decían así pero la ocasión ya me obligo a contarles porque me decían así, al terminar mi relato Valeria se me rio, no de una manera burlona pero si me molesto, y desde ese día ella también me empezó a decir así pero de una manera cariñosa me decía mi centavito, me molestaba que me diga así pero nunca le dije, hasta que un día se dio cuenta porque decía que cada vez que ella me decía así yo me comportaba diferente.
Una tarde antes de llegar a su casa me dijo:

  • – Alex…… dime la verdad ¿te gusta que te diga centavito? –
  • – La verdad no……. me parece tonto ese apodo – dije
  • – ¿Y por qué? Este bonito –
  • – Pero a mí no me gusta –
  • – ¿Pero por qué? – pregunto Valeria
  • – La verdad es que no me gusta porque……………..
  • – Haber dime tu cuánto vale un centavo o para que te alcanza un centavo, a veces siento que cuando me dicen así no valgo nada o eso es lo que valgo ¿me entiendes? –
  • – Haga¡¡¡¡¡…………. entonces quieres que te diga 100 dólares, ha – dijo Valeria
  • – Sabes que nunca más me vuelvas a decir así, y ya estamos a una cuadra de tu casa no creo que te pierdas, me tengo que ir,…….. CHAO……… – dije

Me di la vuelta y me aleje y me fui a la casa sin despedirme como era costumbre el beso y el abrazo, la verdad estaba muy molesto, en el bus ya más tranquilo fui pensando en si hice bien o mal en molestarme así, pero la respuesta es obvia no debía tratar así a Valeria, llegue a casa con la conciencia que no me dejaba en paz por aquella discusión, me acosté en la cama y mirando al techo pensaba la manera de cómo resolver este problema.
A la mañana siguiente me dispuse a mandarle un mensaje a Valeria para confirmar si ella estaba enojada conmigo.

– Hola ¡!!! ¿Cómo amaneció la princesa más hermosa del mundo? –

Y no me respondió en toda la mañana, me llego un mensaje a las 16:30 en plena clase de matemáticas que decía.

– Donde siempre después de clases –

En ese momento no le respondí, pero yo pensé que ella estaba enojada y me iba a reclamar y a poner condiciones y esas cosas, pero estaba muy equivocado y para serles sincero me sorprendió la actitud de Valeria.

  • – Hola mi amor ¿cómo estás? – dijo Valeria
  • – Ahí más o menos y tu – Respondí
  • – Yo igual, ¿por lo de ayer verdad? –
  • – Si…… sabes no fue mi intención tratarte así perdóname ¿sí? –
  • – Mira mi vida me dolió mucho lo que me hiciste ayer, pero yo te quiero demasiado y creo que estoy en la obligación de ayudarte – dijo Valeria
  • – ¿se puede? –
  • – ¡ayudarme! ¿A qué? ¿Cómo? – exclame

Por un momento pensé esta mano ya me va decir la típica, no te dejes llevar por lo que dicen las personas tienes que estar seguro de lo que vales y cosas así pero me dijo:

  • – Pero tienes que hacer todo lo que yo diga –
  • – ¿si mi amor?
  • Sin interés alguno dije
  • – Bueno mi vida –
  • Valeria soltó una hermosa sonrisa y dijo
  • – Ya mi amor entonces mañana te digo lo que tienes que hacer –

En todo el camino hacia mi casa iba pensando, Y ahora que me ira a pedir pero no se me ocurría nada, al día siguiente me note un poco preocupado pero como siempre he dicho lo que tenga que pasar que pase, miedo solo a Dios

  • – Hola mi amor ¿cómo vas? – pregunto Valeria
  • – Bien mi preciosa y tú –
  • – Ahí bien………. Pero ahora si lo que quedamos ayer –
  • – Tú me prometiste que ibas hacer lo que yo te diga –
  • – Si ¿Qué tengo que hacer? – dije
  • – Tienes que darme todo tu dinero –
  • – ¿quiere? – dije
  • – Solo por un ratito – dijo Valeria
  • – Pero segura que me vas a devolver –
  • – Si – me dijo

Entonces metí mis manos a los bolsillos y saque las monedas que tenía y se los entregue

  • – Del otro bolsillo también – dijo Valeria
  • – Mejor tú saca todo lo que hay – dije

Entonces me reviso en todos los bolsillos que tenía, la verdad no sabía cuánto tenía pero no era mucho, creo que tenía solo para los pasajes.

  • – ¿Y ahora? – pregunte
  • – Date la vuelta y no regreses a ver –

Me di la vuelta como me dijo pasaron unos segundos, parecía que estaba contando el dinero después de unos minutos me dijo ya puedes darte la vuelta

Lo hice para sorpresa mía tenia las monedas en sus manos, me dé volvió las monedas puso en el bolsillo, seguimos como nada hubiera pasado.

  • – ¿Nada más? – dije
  • – No nada más…….. Solo espero que todo salga bien – dijo Valeria

La verdad yo no tenía ni la más mínima idea de lo que quería hacer. pero bueno después de dejarla en su casa nos despedimos y me fui en dirección a la casa cogí el primer bus, por lo general en la noche los buses que van al metro van vacíos entonces fui sentado y escuchando música al llegar a la parada, tocaba hacer cola de aproximadamente 30 minutos hasta que llegue el integrado y había demasiada gente por lo que en ese bus me toco viajar parado igual fui escuchando música todo iba bien hasta ahí sin ninguna novedad hasta que me toco coger el 3er bus cuando me subí igual iba parado estaba por medio del bus porque en la parte de atrás y de adelante no sé porque pero en esos sectores se llenan mucho de gente y para ir un poco más flojo me fui en el medio , cuando oí decir al controlador – pasajes a la mano por favor -, aquel muchacho que cobraba era un joven que había tenido problemas con el por una chica que había estado diciendo cosas que eran mentiras, entonces no andábamos en buenos términos con él, después de que dijo pasaje inmediatamente metí mi mano al bolsillo para sacar mi pasaje cuando saque todo el dinero que tenía los conté tenía solo 11 centavos, con un poquito de desesperación me busque el centavo que faltaba, como era de esperarse no lo encontré.

Cuando iba pasando más el tiempo y el controlador se iba acercando más y más, me desesperaba más y mas no sabía qué hacer, miraba al piso para ver si encontraba una moneda y no encontré nada, me comencé a poner más tenso, por un momento recordé que le di mi dinero a Valeria por un momento pensé hija de…

La verdad si no hubiese sido por ese controlador que para mala suerte justo se asomó ese día en ese bus no hubiera sido ningún problema.

Y ahora a pensar que le digo. La verdad no podía creer que algo que parece tan insignificante en un momento tan determinado te haga tanta falta, como para que te desesperes.

  • – Pasajes – dijo el controlador

Le di los 11 centavos

  • – Pero falta – dijo
  • – Otro día te doy mitin se me ha caído – dije
  • – Así siempre dicen luego nunca aparecen – dijo

Yo para no tener problemas solo me quede callado, pero ya había pasado el temor que tenía y ya más tranquilo pero con un poco molesto con Valeria por lo que sucedió. Al día siguiente al encontrarnos con Valeria me dijo

  • – Hola amor como te fue –
  • – Mal por qué hiciste eso –
  • – Haber haber…………. Antes de seguir –
  • – Dime ¿qué paso? –
  • – No te hagas la t……….. La que no sabes –
  • – Me quede sin pasajes –
  • – ¿Qué? Sin pasajes………….. Yo solo me asegure que te falte 1 centavo –
  • – Si justamente eso es lo que paso – dije
  • – Lo que pasa es que justo ayer ha estado cobrando ese mano que te conté que nos dimos de puñetes por la Camila ¿te acuerdas? – dije
  • – Ups!!!!………. serio? –
  • – Y que te dijo – pregunto Valeria
  • – Yo no sabía qué hacer, y si por ese mugroso centavo que me faltaba se armaba otra bronca en pleno bus? –
  • – Haber mi amor dime una cosa, ¿qué sentiste cuando te diste cuenta que te faltaba ese centavo? –
  • – Ya no viene al caso – respondí
  • – No dime veras que esta parte es la que te va a gustar, pero se sinceró conmigo –
  • – Está bien, está bien……… me sentí un poco desesperado, otros ratos con iras, otros con un poco de miedo por lo que podía pasar, nervioso, no sé son muchas cosas que………….. –
  • Valeria me tapo la boca con su manito suaviza y se acercó a mí muy despacio y me dijo al oído
  • – Ves como un simple centavo que parece insignificante en ese rato te hizo demasiada falta y te puede hacer sentir todas esas cosas feas –
  • – Así es como yo me siento cuando tú me haces falta mi centavito precioso, me desespero por estar a tu lado y que me des un abrazo de esos que me hacen sentirme protegida, y tengo iras cuando llegan los fines de semana por qué no me dejan salir de la casa y no puedo verte, y a veces siento miedo porque pienso que un día puedo perderte, y nerviosa todos los días antes de verte por qué me da miedo que me digas que ya no soy tu angelita. –
  • – Aunque a veces no te de la importancia que te mereces ahora sabes que eres la parte esencial de mi vida eres ese centavito que le falta a mi corazoncito, desde hoy vas a ser y siempre serás mi centavito –
  • – TE AMO –

Todo esto se consumió en un beso largo y profundo.

Y lo único que yo pude decir después de todo esto es GRACIAS.

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