Es como si fuésemos desconocidos

Todo comenzó cuando eramos niños, era un vecino de enfrente, por mis hermanos lo conocí, siempre jugábamos como cualquier niño normal. Un día él se mudó, pero volvió unos cinco o seis años después, antes de eso él pasaba por mi casa ya que por ahí vivían amigos de él, siempre nos cruzábamos las miradas, pero la amistad que teníamos de niños se había cortado.

Cuando volvió se mudó unas tres casas al frente de la mía, ahí comenzó todo, pasó tiempo y volvimos a ser amigos, nos juntábamos todos los del conjunto donde yo vivo, mis amigas, mis hermanos, todos. Siempre nos llevábamos como buenos amigos, sabía de sus novias y todo, hasta que un día no supimos cómo pasó, y nos comenzamos a gustar, hasta un día que se me declaró.

La verdad no sabía si decirle sí o no, ya que en mi vida había tenido novio y no sabía qué se sentía, me daba vergüenza, no sé, así que le dije que lo pensaría, pasaron tres semanas y le dije mi respuesta, la verdad tenía 13 años y él 14, sólo un mes mayor que yo, cumplimos un mes de enamorados y ya teníamos la misma edad, al principio fue algo raro la verdad porque no lo podía creer, siendo sincera é me gustaba mucho antes de que pasara todo.

No nos veíamos mucho, mis padres son los típicos que hasta que no cumpla 18 años no podía tener enamorados, siempre encontrábamos la forma de vernos y aunque parezca raro nos dimos nuestro primer beso cuando ya teníamos tres meses, pasó tiempo y la verdad su forma de tratar y todo me hacía enamorarme más de él.

La verdad pasamos cosas inolvidables y aunque no nos veíamos mucho siempre encontrábamos la forma de hacerlo, duramos ocho meses hasta que pasó un pequeño malentendido y terminé con él, sin que me dé explicaciones ni nada, en el fondo me dolía porque sí lo quería y demasiado, pero traté de seguir y olvidarme de él.

Pasaron seis meses y él me comenzó a escribir, la verdad yo me emocionaba porque igual lo seguía queriendo, comenzamos chatear y chatear hasta que volvimos a llevarnos y después comenzó a llamarme a mi casa todos los días, apenas sonaba el teléfono sabía que era él, después de tanto volvimos y ambos sentíamos que estábamos bien, enamorados, era totalmente diferente que antes, claro que con el mismo problema de mis padres pero siempre veíamos la forma de vernos y poder estar juntos, nos mandábamos cartas para expresarnos cuanto nos queríamos el uno al otro, sentíamos que cada día que pasaba nos queríamos más y más, nos llegamos a querer lo suficiente como para luchar el uno por el otro, cada día que pasaba además de querernos más las cosas también se ponían difíciles, siempre había obstáculos que atravesar, uno de ellos mis padres, a ellos no le gustaba que tuviese novio y no estaban de acuerdo, cada vez que crecía ellos me prohibían más las salidas, cosa que era muy perjudicial ya que a veces planeábamos salidas para poder vernos, la cosa es que superamos todo eso, él me demostraba bastante que me quería, no sólo con palabras, sino más con hechos, me aguantaba en todo, me soportaba en todo y era capaz de esperarme lo suficiente para terminar juntos.

Pasamos momentos que nunca pensamos pasar, pero aunque pasó el tiempo, él comenzaba a rendirse, ya las cosas no eran iguales para él, yo cambien notaba el cambio, decidimos darnos un tiempo, pero al último terminamos, me dijo que yo siempre iba a estar en sus pensamientos, que me seguía queriendo, pero que era mejor romper para ya no meterme en problemas a mí, y así terminamos.

Él conoció nuevas personas, tengo 17 años, la verdad duramos bastante y pasamos muchas cosas que nunca imaginábamos, y aunque lo sigo queriendo ya las cosas son diferentes, él ya ha tenido otros noviazgos cortos pero los ha tenido, yo desde ahí no volví a salir con nadie más, prefiero estar sola, a veces nos cruzamos ya que vive cerca de mi casa pero solo nos cruzamos las miradas, ya no hablamos ni nada, a veces de vez en cuando nos escribimos pero no pasa del hola como estás pero rara vez, ahora es como si fuésemos desconocidos, nos vemos, y podemos estar ahí mismo con amigos pero no nos hablamos, al principio me dolía porque sentía su indiferencia pero después aprendí mucho

Como que nada es para siempre, y que a veces hay que dejar a quien más quieres por el bienestar de otros, al final concluí que además de haber sido mi primer amor, al final terminó siendo un amor de infancia, que duró bastante sí, pero es un amor que casi todos tenemos a esa edad, y solo espero encontrar a alguien que me quiera tanto como él lo hizo y mucho más, sólo es cuestión de esperar.